Entre los principales obstáculos está la imposibilidad de acceder al mercado estadounidense, uno de los primeros importadores del mundo al que su cercanía con nuestro país lo hace ventajoso en relación con otros destinos.
Los cubanos y sanluiseros que trabajan en ese sector no están de manos cruzadas y en el programa de desarrollo económico y social hasta el 2030 se recogen acciones para contrarrestar los efectos del bloqueo. Aquí se superan las dificultades y los labriegos aplican alternativas en la agricultura para contrarrestar los efectos del bloqueo, como son el aumento del uso de la tracción animal en la preparación de tierras y el cultivo, de los bioproductos en los tratamientos contra plagas y enfermedades o como fertilizantes, el desplazamiento del riego eléctrico a los horarios nocturnos y matutinos para que no coincidan con el pico de máxima demanda de energía, entre otros.