Con el liderazgo del sindicato y el acompañamiento de las administraciones y el resto de las organizaciones, el primer empeño está puesto en impulsar los planes productivos o de servicios junto con el embellecimiento de los centros, y engalanarlos con banderas cubanas y del 26 de Julio.

Del mismo modo se materializan jornadas de trabajo productivo, en lo fundamental vinculados a áreas dedicadas a la siembra de viandas, hortalizas y grados para la alimentación del pueblo.

Donaciones de sangre, intercambio con jóvenes trabajadores, visita a jubilados, y actividades recreativas atemperadas a la compleja situación que vive el país figuran también entre las cuestiones que se materializan a nivel de colectivos.

René Berenger Rivera, secretario general de la Central de Trabajadores en la provincia santiaguera comentó de la emulación interna que se desarrolla en territorio y que prevé la declaración de centros con la condición 26 de Julio.

La iniciativa premia el desempeño de aquellos lugares donde la producción y los servicios se concretan con favorables resultados, unido al cumplimiento de los indicadores sindicales.

En Santiago de Cuba, tierra del cuartel Moncada, asaltado el 26 de julio de 1953 por el joven abogado Fidel Castro Ruz junto a un grupo de revolucionarios, el espíritu de esa gesta libertaria vive y vibra, siempre con mayor lucimiento por estos días del séptimo mes del año.