Alrededor de quince de estos sitios en todo el país, forman una red institucional dirigida por Leidy López Sola, directora del Museo Histórico 26 de Julio; los representantes de estas instituciones o lugares claves, como en esta ocasión, intercambian experiencias y conocimientos en relación con la efeméride.

El ingeniero Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio Cultural (CPPC), habló no solo del museo ubicado en el antiguo Cuartel Moncada sino de estas instituciones en general.

Dijo que se detendría en la gesta de julio de 1953 porque es uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia patria de mitad del siglo XX, visto en el contexto de las luchas por la independencia en su última etapa.

“Ahí radica la importancia de este museo; de su evolución y su gestión y desarrollo hasta convertirse en el centro coordinador y principal gestor del patrimonio de la red de instituciones cubanas, vinculadas a las acciones del 26 de julio de 1953, sin olvidar el amplio campo de la museología, abierto a todos los dominios del saber y de la experiencia humana”.

Frutos se refirió a la tradición museística en la población santiaguera, que rebasa más de 150 años. Y sobre esto dijo, que se tiene como aval la vocación por el conocimiento y el fomento de la educación, que propició desde 1857, la apertura de la Escuela General Preparatoria, institución concebida para promover los oficios, especialmente entre las capas más humildes del pueblo “sin distinción de estatus económico ni social según su ideólogo y director, el Lic y pedagogo Juan Bautista Sagarra y Blez”.

Así se crea en el mismo edificio, una biblioteca pública, con fondos y colección propia de Sagarra, y una suerte de museo de ciencias naturales, con exposición de aves disecadas, frascos con reptiles e insectos y frascos con minerales…

Recordó, que en febrero de 1899, luego de 30 años de guerra de los mambises contra el colonialismo español, patriotas santiagueros encabezados por Don Emilio Bacardí Moreau, crean el Museo Biblioteca Municipal de carácter público, el primero de su tipo en el país, con el objetivo de que no se disgregaran los emblemas perdurables y memorias valiosas de nuestra historia. Es sobresaliente, también, el apoyo de José Bofill Cayol, designado como primer director del museo.

Luego de estar en varios locales, no con las mejores condiciones, el 15 de septiembre de 1922 se crea el Comité Pro Museo para ayudar a la construcción de un edificio con las características idóneas.

Así, el 28 de agosto de 1927 en el quinto aniversario del fallecimiento de Don Emilio, el municipio recibe el inmueble y se inaugura en la planta baja de este, la biblioteca municipal; el 20 de mayo de 1928 es la apertura oficial del museo que lleva por nombre el del primer Alcalde cubano de Santiago de Cuba.

El Museo Bacardí, tal y como lo vemos hoy en su exterior, fue obra el célebre arquitecto Carlos Segrera; levantarlo fue resultado del empeño y recursos de muchos buenos santiagueros, liderados por la Sra. Elvira Cape Lombard, viuda de Bacardí, puntualiza Frutos.

Desde el punto de vista museográfico, se obtuvo con el flamante local, una mejor distribución de los exponentes, al colocarse en la planta baja las piezas de mayor peso y consistencia; en la galería superior, otros objetos y reliquias.

Enumeró el Director del CPPC, algunas personalidades santiagueras de la ciencia, la cultura y la academia, sobresalientes por su aporte al desarrollo museológico en la ciudad, entre estos naturalistas, arqueólogos, historiadores…

Mencionó en una síntesis apretadísima, a Emilio Bacardí Moreau, de quien dijo la Dra. Olga Portuondo: “el mecenazgo de Bacardí favoreció innumerables obras para el bien público y la preservación de la historia patria”; el artista José Bofill Cayol, Charles Teodoro Ramsden de la Torre, Dr. en Ciencias Naturales; Felipe Martínez Arango, destacado en la arqueología; el catalán-santiaguero Dr. Francisco Prat Puig, descubridor de la casa de Diego Velázquez; figura clave en la restauración del Castillo del Morro; Fernando Boytel Jambú, Arturo Duque de Estrada, quien dejó un legado insustituible de protección del patrimonio monumental; el arquitecto Omar López, la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), los claustros de profesores de los departamentos de historia y de historia del arte de la Universidad de Oriente…

Señaló, cómo luego del triunfo de la Revolución, Santiago de Cuba experimenta un vertiginoso crecimiento en el número de museos y extensiones de museos por toda la provincia, un territorio que hoy cuenta con 34 museos, distribuidos en los nueve municipios, 22 de estos en el municipio de Santiago de Cuba; de estas instituciones, tres pertenecen a la Universidad de Oriente, uno al CITMA, dos a la OCC, uno a Cuba Ron, y está el Memorial Vilma Espín, de la FMC.

“En la memoria protegida y contada que muestran las colecciones de nuestros museos, dijo Frutos, y en el conocimiento y experiencias que atesoran los trabajadores de esas instituciones está la historia de nuestra nación…”.

Recordó, que a lo largo de las épocas más recientes, cientos de miles de jóvenes estudiantes e investigadores; visitantes en general de aquí y de otras partes de Cuba y del extranjero llegan a los museos santiagueros en busca de la historia y del conocimiento sobre esta.

El directivo mencionó la llegada a los museos, de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Hoy –añadió- la academia habla de los museos de 2050 como archivos históricos y espacios de exploración artística y creativa”.

Frutos hizo un breve bosquejo histórico sobre las diferentes etapas de la hoy Ciudad Escolar 26 de Julio, desde la colonia hasta nuestros días; habló del Campo Militar de la Reina, a mediados del siglo XIX; que en 1879 era Cuartel Reina Mercedes y cómo fue destruido por un incendio en 1937; habló de la reconstrucción, iniciada en 1938 y finalizada en 1944, que le dio el aspecto definitivo al Cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de la tiranía de Fulgencio Batista y escenario de los hechos de la mañana de la Santa Ana en 1953.

Un año y 27 días después del triunfo de la Revolución, en homenaje al aniversario 107 del natalicio del Apóstol José Martí y en un acto masivo con la presencia de Fidel y Raúl Castro Ruz, y el entonces ministro de Educación, el Dr. Armardo Hart Dávalos, el tenebroso Cuartel Moncada devino Ciudad Escolar: el primer cuartel convertido en escuela en la nueva Cuba.

Cronológicamente, Suitberto Frutos relató que en 1964 allí se inaugura la exposición fotográfica “Del Moncada hasta la Sierra”; el 26 de julio de 1967 la sustituye otra: “Cien años de lucha” (desde la etapa colonial hasta el triunfo revolucionario), con la que se crea en el entorno de la antigua Posta 3, el Museo Histórico 26 de Julio, “… una entidad imprescindible –señaló- para la historia de Santiago de Cuba y de sus museos, formadora y transformadora de actitudes, conductas, conceptos y valores de varias generaciones a lo largo de estos 57 años.

“… frente a las dinámicas museológicas contemporáneas, el visitante se convierte en protagonista del espacio y su contenido” pues la muestra es directamente proporcional al desarrollo social y cultural, a partir de estrategias de comunicación que inciden en el visitante.

En 2018 tiene lugar aquí el Taller Nacional 26 de Julio, con la asistencia de museólogos, investigadores y especialistas de instituciones relacionadas con la efeméride, y en noviembre de ese año, por la resolución 56 del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, nace la red de instituciones cubanas vinculadas a la investigación, conservación y divulgación de la memoria histórica sobre las acciones del “Moncada” y el “Céspedes”, integrada por 10 museos, la finca Santa Elena (donde los moncadistas hicieron práctica de tiro), el cementerio Santa Ifigenia, el Palacio de Justica, el Mausoleo a los Mártires de Artemisa, la Oficina de Asuntos Históricos de la Presidencia de la República de Cuba y la Unión Nacional de Historiadores.

Frutos explicó, que por las mejoras tecnológicas y por ser el centro de gestión de la red institucional vinculada con la investigación sobre los acontecimientos de julio de 1953, el Museo Histórico 26 de Julio tiene ahora nuevos espacios e instalaciones, y una infraestructura para el funcionamiento como centro esencial en la promoción del hecho y la interconexión con el resto de las instituciones integrantes del grupo.

Destacó el directivo, que el Museo ubicado siempre en un ala de la Ciudad Escolar 26 de Julio, cuenta con una museografía interactiva, acorde al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y especialmente más comprensible para los nuevos públicos.

Puntualizó, que los museos incluidos los de la Red, trabajan en función de valorizar la actividad institucional; afianzar los conceptos de preservación y conservación del patrimonio cultural; promover la institución como instrumento movilizador dentro del ámbito social; formular y evaluar estrategias para el vínculo museo-comunidad…

“No podemos negar hoy en día, que el museo es algo más que un lugar donde se almacenan y conservan exponentes del patrimonio; el museo en el mundo moderno, es instrumento de atención y uso especiales, “y lo que se dice en el mundo occidental: es objeto y objetivo público de deseo”.

Al decir del Director del CPPC, entre las líneas de trabajo de la Red, aparecen: compartir los resultados investigativos sobre la acción liderada por Fidel Castro Ruz; intercambiar experiencias teóricas y prácticas; desarrollar una matriz comunicacional principal, y promover la información sobre la vida y obra de los mártires caídos en el “Moncada” y en el “Céspedes”.

Reconoció, que los nuevos tiempos devienen reto para los museólogos y trabajadores en general de los museos, instituciones que son parte indisoluble de la identidad de los cubanos.

Por todo lo precedente, tiene lugar hoy en Santiago de Cuba el Simposio “Aniversario 70 del 26 de Julio”, un evento que según informaron Frutos y Leydi López Sola tendrá lugar aquí, cada aniversario cerrado de las acciones de julio de 1953 en esta ciudad y Bayamo.

“Hoy el combate es distinto –agregó finalmente el director del CPPC- nuestro pueblo es otro, las armas son nuevas pero no cabe dudas de que el significado histórico del motor pequeño (el asalto a los dos cuarteles) sigue impulsando sueños”.