Este sábado, sumó el único cetro que le faltaba en capital francesa al correr los 200 metros (m) en 23.62 segundos (s).
Así, completó sus conquistas en los 400 y 100 (m), correspondientes a la categoría T12 (débiles visuales profundos).
Cruzó la meta en el Stade de France, por delante de la venezolana Alejandra Pérez (24.19 s), la india Simran (24.75 s) y Hajar Safarhadeh Ghahderijani, de Irán (24. 91 s). Junto a su guía, Yuniol Kindelán, volvió a dejar lo mejor para la fase definitiva, pues una jornada antes dominó la semifinal con 24.41 s.
La abanderada de la delegación cubana había triunfado en los 200 m desde los Juegos Paralímpicos de Río 2016 y su hegemonía en las otras dos pruebas se remonta a Londres 2012. Por tanto, con su actuación en París llegó a 11 medallas de oro en estas citas.
Son cifras de una verdadera leyenda, su retiro de las pistas cierra un capítulo glorioso en la historia del deporte cubano, pero las hazañas de esta indómita serán siempre recordadas.