En su cuenta en X, el funcionario señaló que entre los pacientes hay personas con traumatismos, cáncer, problemas cardíacos y de salud mental.
Adhanom Ghebreyesus destacó que tras el cierre a principios del pasado mes del cruce de Rafah, fronterizo con Egipto, ningún paciente logró abandonar el enclave costero.
Con el argumento de eliminar un bastión de Hamas, en esa fecha el Ejército israelí ocupó el paso y lanzó una operación terrestre contra la vecina ciudad de Rafah, donde se refugiaban entonces más de un millón de palestinos.
La operación fue muy criticada por la ONU y la comunidad internacional por las consecuencias humanitarias para la población y el cierre del cruce, que durante siete meses fue la única ventana de Gaza con el mundo para el ingreso de productos vitales.
Hace 15 días, las autoridades de salud de ese territorio elevaron a 25 mil la cifra de heridos y enfermos que necesitan atención en el exterior.
Días antes, el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos advirtió que más de 11 mil heridos están varados en Gaza sin posibilidades de recibir atención médica en el extranjero, al igual que 10 mil pacientes con cáncer y otros dos mil con diversas dolencias.
Al bloquear la zona, «Israel reforzó su control al imponer un asedio paralizante a Gaza, aislándola del mundo exterior y provocando la muerte de decenas de heridos y enfermos», criticó la ONG.