Santiago de Cuba,

En la recta final de un espectáculo electoral

04 November 2024 Escrito por  Periódico Granma

Muy cerca de caer están las cortinas del gran espectáculo. La reñida pugna por ocupar el trono de la Sala Oval en la Casa Blanca, entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el exmandatario republicano Donald Trump llegará a su final.

Según la mayoría de los analistas, las elecciones se decidirán en un grupo de estados, concretamente siete, considerados electoralmente claves.

Recordemos que el sistema electoral de ese país se basa en un cuerpo de 538 compromisarios, que conforman el Colegio Electoral. El candidato ganador en cada estado (con dos excepciones), se lleva todos sus compromisarios. La batalla se centra en alcanzar el número mágico que lleva a la Casa Blanca: 270.

Otro elemento interesante de los sufragios en ese país es que, en la mayoría de los estados, los resultados se deciden incluso antes de los comicios. en eso influyen las encuestas y, sobre todo, el histórico electoral.

Pero, si la suma de los estados decididos por ambos lados no llega a los 270, es ahí cuando entran a desempeñar su papel los estados claves.

Los demócratas suelen ganar de antemano en California, Nueva York, Nueva Jersey, Illinois, Hawaii, Oregón, Washington, Minesota, Colorado, Nuevo México, Massachusetts, Virginia, Maryland, Delaware, Rhode Island, Connecticut, el Distrito de Columbia, Nuevo Hampshire, Vermont y Maine.

Por su parte, los republicanos tienen de su lado a Texas, Ohio, Florida, Tennessee, Indiana, Kentucky, Carolina del Sur, Misuri, Kansas, Luisiana, Alabama, las Dakotas, Wyoming, Idaho, Iowa, Arkansas, Alaska, Oklahoma, Misisipi, Utah, Virginia Occidental, Montana, Nebraska y el segundo distrito de Maine.

De conformarse así esta vez, los demócratas partirían con 225 compromisarios y los republicanos con 219.

La pelea se centrará entonces en los estados de Wisconsin, con diez votos electorales, Michigan 15 y Pensilvania con 19, conocidos como «el muro azul», mientras Georgia, con sus 16 compromisarios, y Arizona con 11, pueden ser una garantía para los republicanos.

Así las cosas, los demócratas deben «arrebatar» a los republicanos Carolina del Norte, tradicionalmente vestida de rojo, pero donde tanto Barack Obama en 2008, como Jimmy Carter en 1976, ganaron. Sin embargo, en 2016 y 2020 la victoria fue de Trump.

Con todo, en Nevada, demócrata en seis de los últimos ocho comicios, se vaticina un triunfo de Trump.

Nebraska, firmemente republicana, es uno de los dos únicos estados; el otro es Maine, que no da todos sus compromisarios al candidato más votado, sino que los divide por distritos.

Por otro lado, los rumores de que el candidato republicano intentará proclamarse vencedor, antes de que se complete el conteo de votos, comienza a tomar fuerza.

Donald Trump, en declaraciones recientes a la prensa, expresó que podría anunciar su victoria el próximo martes, a pesar de que funcionarios locales advirtieron que el conteo podría extenderse varios días, sobre todo si el margen es estrecho en los estados claves, como se espera que sea.

Porque, en ese sistema electoral, cada estado gestiona de manera autónoma su propio recuento de votos, en ausencia de un sistema nacional centralizado. Por si fuera poco, los grandes medios, con sus equipos de análisis de datos, suelen ser los primeros en proyectar al ganador.

 

CRECEN LAS MANIFESTACIONES DE RACISMO Y EXTREMISMO

No ha sido una excepción, en esta campaña electoral, la presencia de expresiones de racismo y extremismo, demostraciones que, lastimosamente, forman parte de la cultura de la violencia y la exclusión que marcan el camino de ee. uu.

Esa narrativa ha estado presente a lo largo de la historia, y ha acompañado al ascenso político de Donald Trump, quien comenzó su campaña presidencial de 2016 llamando «violadores» y «animales» a los migrantes mexicanos.

El uso de un lenguaje amenazante, xenófobo y discriminatorio se ha convertido en puntal de la campaña de los trumpistas, al tratar el tema de la emigración, es recurrente el uso de términos como «invasión».

Un ejemplo de la utilización de esta narrativa ocurrió en el debate presidencial contra Harris, en el cual Trump afirmó que los inmigrantes haitianos se comen a las mascotas; falsedad que repitió en un mitin de campaña en Pensilvania.

La xenofobia ha ido creciendo, amparada en la apología de odio a los migrantes.En Seattle, donde casi dos de cada cinco estadounidenses son de origen asiático, durante el último año algunos han tenido que dejar de hacer uso de su lengua materna en público, para evitar los ataques, según un informe publicado por la Asian American Foundation.

Aproximadamente la mitad de los estadounidenses ha manifestado que apoyarían las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, afirma una encuesta de la cnn realizada en enero.

 

CUBA CON INDEPENDENCIA DE LOS RESULTADOS ELECTORALES

Lo que ocurra a partir de estas elecciones no cambiará nada respecto a Cuba, por una simple razón: las posiciones de los candidatos reflejan el consenso bipartidista, sobre la necesidad de derrocar a la Revolución Cubana.

Al verdadero poder solo le interesa una cosa: mantener la hegemonía estadounidense en el mundo, y para eso deberá alimentar las guerras que sean necesarias para engordar las arcas del complejo financiero, militar, industrial y comunicacional.

En ese tablero, la Isla Rebelde sigue siendo una espina en el costado de los que realmente mandan en esa nación y en el mundo. Estratégicamente posicionada, moralmente sólida, soberana y retadora, Cuba continúa como ejemplo de lo que un país con valor e intrepidez puede lograr.

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