El santiaguero José Ramón Saavedra Rado tiene un arsenal de fotos que inmortalizaron esos momentos. Y habla con satisfacción de cuando no existía el video tape, y las cámaras que hoy forman parte del patrimonio del Museo de la Imagen eran las más modernas para realizar las producciones de la pantalla chica.
“Yo era operador de sonido, y viví momentos muy emocionantes: nos pasábamos la tarde entera ensayando las aventuras, que se transmitían en vivo a las 7:30 pm. Esos dramatizados se acababan a las 8:00 pm, empezaba el Noticiero Nacional, y teníamos una hora para desmontar todo el set y armar el ring de boxeo, por ejemplo. Y
todo el mundo, incluyendo a los actores, participaba en aquella tarea… así hacíamos musicales, novelas…”, comentó.
Tuvo la oportunidad de integrar equipos de prensa que transmitieron momentos memorables como el desembarco simbólico por Las Coloradas en el primer bojeo a Cuba luego del triunfo de la Revolución.
¿Cine, radio o televisión? ¿Qué marcó más a Saavedra?
“Como periodista trabajé en los tres medios y cadau no tuvo una influencia esencial en mi formación. En Tele Rebelde aprendí muchísimo; en la radio no era un solo un directivo, traté de hacer de todo allí y que mis compañeros también fueran capaces de asumir cualquier tarea.
También colaboraba con el Periódico Sierra Maestra, donde escribía sobre cine, y diseñaba los volantes que se imprimían allí para dar a conocer la programación cinematográfica de la provincia.
Había que incrementar la recaudación. En aquellos tiempos conocí a muchas personalidades de la industria cinematográfica internacional, que visitaron Santiago de Cuba, y me correspondió coordinar la atención que se les daba.
El Comandante Juan Almeida fue una persona especial para Saavedra…
“Sin dudas lo fue. Tengo muchísimas anécdotas y sobre todo un orgullo muy grande de haber contado con su confianza, de haber trabajado junto a él en varias ocasiones y de haber hecho muchas fotos de diferentes momentos de su labor como Primer secretario del Partido en la antigua provincia de Oriente.
“Era un hombre muy afable, humilde y afectuoso en el trato a sus compañeros, pero sobre todo era incansable, tenaz, y eso me marcó para toda la vida”.
¿Qué ocurrió en 1976?
“Ese también es un bello capítulo de mi vida. Estuve en el Batallón Santiago, en Luso, el Frente Este. Fui seleccionado como uno de los cifradores, y mi trabajo era descifrar los mensajes que llegaban desde Cuba, y desde la capital angoleña…
“Un día descubrimos que existía un laboratorio de fotografía cerrado en la ciudad, y logramos echarlo a andar. Y aquello fue muy útil. Hasta hoy, uno de mis mayores orgullos es que muchas de las fotos que hice integran el álbum que se le entregó a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con imágenes de aquel frente.
Saavedra, sin dudas son recuerdos muy emotivos; sin embargo, usted goza de reconocimiento a nivel nacional por lo que ha logrado luego de jubilarse… A sus 75 años, usted, junto a Yolanda, su esposa, ostenta importantes distinciones como productor de alimentos. ¿Cómo comenzó esta experiencia?
“Hay que ir un poco atrás. Mi esposa y yo nos jubilamos, ella es filóloga y por más de 30 años se desempeñó como profesora de la Universidad de Oriente, y decidimos mudarnos para la ciudad porque durante décadas vivimos en Santa María, en una casa con un terreno maravilloso en el que se producía todo tipo de viandas, granos, hortalizas, también tuvimos un convenio con la Empresa Porcina. Sin embargo, como ambos trabajábamos teníamos personas encargadas de aquellas labores.
“Luego de la jubilación y de comprar esta casa, aquí en el reparto Sueño, construimos y creamos las condiciones necesarias para arrendar habitaciones a turistas extranjeros. Esa es una actividad que disfrutamos mucho, y que todavía realizamos, aunque el turismo ya no es lo que solía ser antes de la pandemia de Covid-19.
“Pero volviendo a su pregunta, en el 2021 los Comités de Defensa de la Revolución comenzaron a promover el movimiento ‘Siembra tu pedacito’, y en la Mesa Redonda vimos a Gerardo Hernández Nordelo, el coordinador nacional, mostró cómo él y otras personas producían alimentos en casa.
“Y le dije a Yola: ‘nosotros también podemos hacerlo’ y al amanecer subimos para la placa a limpiar y preparar el espacio para sembrar. Conseguí las primeras canaletas, la tierra para llenarlas… hasta en tanques viejos cultivamos”, dijo Saavedra.
Al respecto, la mujer cordial y refinada que ha compartido 47 años de su vida con este soñador y hacedor incansable, recordó.
“Al principio no estaba segura de si tendríamos buenos resultados, pero él y yo somos uno solo y cualquier proyecto que uno emprenda, el otro lo sigue y lo apoya hasta el final. “Nosotros nos pasamos todo el día allá arriba (en la azotea), trabajando”, apuntó.
¿Y qué han sembrado, Saavedra?
“Imagínese: diferentes variedades de habichuela, ají, tomate, plantas medicinales, especias, malanga, plátano, guayaba, calabaza, zanahoria, berenjena y otros. También tenemos abejas meliponas…
“Pero lo más significativo es que hemos ido integrando a nuestros vecinos, y hoy tenemos un proyecto que incluye a 27 productores. Eso nos permitió ganar en dos ocasiones la categoría de Referencia Nacional por los resultados relevantes de nuestra familia y de la cuadra del Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar (AUSUFAM).
“La mayor satisfacción que podemos sentir es que somos útiles a nuestros vecinos, a centros educacionales, casas de niños sin amparo familiar, hospitales, hogares maternos y otras instituciones en las que hemos donado parte de nuestras producciones. Además, estamos contribuyendo a que otras familias mejoren su alimentación y disminuyan gastos porque cultivan parte de lo que necesitan. También colaboramos con organopónicos y centros laborales, entregando semillas y otros insumos.
“Tenemos un grupo de mujeres creadoras, un círculo de interés pioneril, hacemos ferias en coordinación con los compañeros de la Apicultura para vender miel y derivados a precios asequibles, priorizando a las familias con niños, embarazadas y ancianos”.
Ustedes han sido merecedores de muchos lauros, pero también han tenido en su hogar la visita de grandes personalidades…
“Esta labor nos ha traído muchas alegrías. Hemos recibido aquí al Primer Secretario del Partido y presidente de nuestro país, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés; a Roberto Morales Ojeda; a Manuel Marrero Cruz; a Gerardo Hernández, a Elizabeth Peña, la jefa nacional de AUSUFAM; a los primeros secretarios del Partido en la provincia Lázaro Expósito, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, así como Manuel Falcón Hernández, el gobernador, y muchas otras personalidades”, concluyó.
A José Ramón Saavedra Rado nunca le han asustado los nuevos proyectos; al contrario, es un hombre que no para de buscar soluciones, de pensar cómo ser útil a su familia y a la comunidad; y ello le ha ganado un prestigio que trasciende los límites de Santiago de Cuba. Pero, sobre todo, lo convierte en un ejemplo de cuánto puede lograrse –a cualquier edad- cuando hay voluntad y ganas de
hacer.