Muchos son los hombres y mujeres que dignifican la obra construida, no solo a partir de sus sólidos conocimientos, sino porque constituyen, además, un baluarte indispensable en su quehacer. La doctora Alina Márquez Chacón, de Santiago de Cuba, es un vivo ejemplo.
El Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Saturnino Lora, emplazado en Avenida Central entre 5ta y 6ta s/n, en Santiago de Cuba, se dignifica al contar con esa galena referente importante de la Medicina en la especialidad de Alergología, asistencia reconocida por la afluencia numerosa de pacientes y resultados de los tratamientos.
Alina se graduó hace 40 años e inició su ruta por la medicina, en el internado rural Piti Fajardo, en Segundo Frente, como respuesta al servicio social.
Allí, según relató, atendía Pediatría en el Sector 4. ”Teníamos planes asistenciales en zonas intrincadas, hacíamos trabajos voluntarios y a partir de ese momento transité por el internado rural. En 1987 hice el primer año de Medicina Interna para luego pasar a la especialidad de Alergia, en el Hospital Ameijeiras, en la Habana. Me gradué en 1991 y me incorporé al “Lora” hasta la actualidad”.
Pero una historia resumida en un párrafo no es suficiente, ya que el quehacer de Alina va mucho más allá y así obra en la historia del Hospital, donde asumió diferentes compromisos como: jefa de departamento de Alergología y responsable docente de la especialidad, subdirectora del centro y otros encargos, entre los que se destaca la dirección del Hotel Hospital Los Corales, en la Misión Milagro.
Suma a su encomiable labor haber participado en todas las jornadas científicas, en su condición de miembro, y en Congresos Internacionales; en tribunales de exámenes de Propedéutica y Medicina Interna, así como en Internado Rotatorio y de Promoción, y en Estatales de la especialidad.
Esta digna profesional, quien además es Máster en Medicina Natural Y Tradicional, nunca se ha detenido en la magia del saber científico, por el bienestar de sus enfermos de alergia, a ultranza de haber enfrentado situaciones complejas de salud, porque para ella “lo más preciado es poner todo de sí, empeñar lo aprendido y la experiencia, y tratar de tener mucha sensibilidad humana… Ante cualquier dificultad trabajar con mucho tesón y voluntad, y así dar la mejor atención para recuperar la salud de los pacientes”.
A la consulta de esta médica, que está emplazada en el tercer piso del Policlínico de Especialidades, aledaño al Hospital, llegan diariamente muchos pacientes, donde se advierte, sobre todo, una comunicación de respeto y confianza. Siempre se escuchan expresiones de cariño y agradecimiento, y no hay aquejado que no reciba una indicación clara y sin apuros, acompañada de bondad y amor.
Al decir de sus compañeros más cercanos, “ella es de esos médicos que no les importa exceder su horario y cuando es necesario visita a los requeridos en su hogar”.
Así también la doctora de igual especialidad, Liudmila García Concepción, la caracterizó en pocas palabras: “Es médico excepcional, amiga, madre y compañera”.
Sucede que siempre será oportuno resaltar la labor de quienes revelan con su trabajo sublimes principios forjados por la Revolución, al amparo de las prédicas martiana y fidelista. He ahí, la doctora Alina Márquez Chacón, paradigma de la medicina en alergología, quien enaltece el diario acontecer de la obra cubana, titánica y gloriosa, y determinada a seguir su marcha con sobradas muestras de coraje, altruismo y lealtad.