En mi mente se reunieron, la reciente victoria del equipo de Granma en la 61 Serie Nacional de Béisbol; la indisoluble pertenencia del artista con la región de Niquero, Granma, como su lugar de nacimiento; la reiterada aparición de la pelota en la obra pictórica de Reinerio, y por último, el injustificado desconocimiento de su arte en esta parte del país.
Y es que el arte gráfico de Reinerio debe disfrutarse en toda la isla tanto como el mejor pasatiempo nacional. En este podemos observar atrapadas, swins, el humor relacionado con los atletas y el reconocimiento a peloteros que han marcado una época en estas lides nacionales.
Según han expresado varios especialistas de las artes plásticas, la obra de Tamayo siempre ha estado caracterizada por la relación entre los lienzos y la pelota, con representaciones pictóricas que pasan igualmente por la pintura, la escultura, la ilustración, el diseño y el humor. Su sólida formación académica influyó en la calidad de su trabajo. Prueba de ello son sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Elemental de Arte de la Isla de la Juventud, de 1980 a1983, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENA) en La Habana, y desde 1987 hasta 1992 en el Instituto Superior de Arte (ISA).
Es conocida su obra en Europa, Estados Unidos y el Caribe, donde ha recibido elogios por el diseño de carteles para cine, exposiciones y eventos; por sus espectaculares portadas de discos musicales, ilustraciones en revistas como Albur, UNION, La Gaceta de Cuba, así como para la publicación "Memoria de la postguerra". Es considerado el gran humorista del arte cubano actual, por su humor cargado de sentido, que fluye avispadamente en la mentalidad de los interlocutores, exponiendo el entramado mundo del béisbol, la realidad de la isla y el diarismo de sus habitantes.
El humor y el juego de pelota, sobre todo, han sido la esencia de su discurso. También ha incursionado en problemáticas como el consumismo, la sexualidad, el género, los cultos políticos, los mitos del arte, e igualmente se ha esforzado en contribuir en estrechar lazos culturales y deportivos entre Cuba y los Estados Unidos. Ha mezclado simpáticamente imágenes del arte universal con el nacional, y entre sus trabajos más conocidos se encuentran Mercado de Arte, Dolmen, El che, La manzana mordida, El grito, Naturaleza Muerta, Negro sobre negro, La máquina de Oriente, Desnudo con escolta, Adiós a las armas, El arca de Duchamp, entre otras.
Recientemente expuso 54 obras pictóricas en Washington, haciendo coincidir su exhibición Cuban Slugger con el 89 Juego de las Estrellas de la MLB. En esta ocasión el artista expresó: “Mis expectativas siempre han sido las mismas en cada exposición, compartir con el espectador la riqueza y emociones que uno encuentra en el universo del béisbol, ya sea por su historia, sus protagonistas, sus emociones o la pasión que provoca este hermoso deporte…”.
Llegue este trabajo a los amantes del béisbol en la región oriental, a los amantes también de las artes plásticas, y a quienes cada día reconocen en un talento como Reinerio Tamayo, la entrega, la perseverancia y el amor por lo que hace.