Santiago de Cuba,

Perucho Figueredo Cisneros: ¡Vive, porque murió por la patria!

17 August 2024 Escrito por 
Trabajadores

El 17 de agosto de 1870, fue fusilado en Santiago de Cuba, por las autoridades coloniales españolas, el Mayor General del Ejército Libertador Cubano, Pedro Figueredo Cisneros (Perucho), autor del Himno Nacional cubano. Había nacido en Bayamo, el 18 de febrero de 1818.

Sus restos reposan en el cementerio de Santa Ifigenia, de esta ciudad. Abogado, poeta, músico y patriota, Perucho formó parte, junto a Francisco Vicente Aguilera y Francisco Maceo Osorio, del Comité Revolucionario que en Bayamo apoyó el levantamiento de Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de octubre de 1868, en el ingenio La Demajagua, primera gran gesta independentista cubana contra el colonialismo hispano.

Por sus méritos, llegó a ser Jefe del Estado Mayor y Subsecretario de Guerra de la República en Armas. Antes se había distinguido como antiesclavista y contrario al dominio de España en Cuba, actitud por la cual sufrió prisión.

Su vertical posición independentista, se puso de manifiesto cuando expresó su decisión de unirse a Carlos Manuel de Céspedes y marchar con él a la gloria o al cadalso. En la ciudad de Bayamo, montado sobre su caballo y en medio del fragor de la lucha, escribió el Himno Nacional Cubano, estrenado el 20 de octubre de 1868 y el cual proclama que “Vivir en cadenas es vivir en afrenta y oprobio sumido” y que “Morir por la Patria es vivir”.

Durante la toma de Bayamo por los soldados del Ejército Libertador, la abanderada fue Candelaria Figueredo Vázquez, su hija, quien se sumó a la lucha en el monte y al ser hecha prisionera fue enviada hacia los Estados Unidos, donde permaneció hasta el cese del poder español en su tierra. De regreso a Cuba, falleció en enero de 1920.

Luego del incendio de Bayamo- ciudad incinerada por los patriotas antes que entregarla al poder colonial español- Perucho Figueredo marchó a la manigua. Allí enfermó de tifus y las lesiones en los pies le impedían caminar. En esas condiciones fue hecho prisionero y conducido luego hasta Santiago de Cuba, donde fue juzgado, sancionado a pena de muerte y fusilado pocos días después de su apresamiento.

 

Antes de la ejecución, las autoridades coloniales, desconociendo los valores de Perucho, le propusieron perdonarle la vida si hacía dejación de la lucha, lo cual fue rechazado con hidalguía por el insigne cubano, quien expresó que sentía la muerte “Sólo por no poder gozar con mis hermanos la gloriosa obra redentora que había imaginado y que se encuentra ya en sus comienzos. Y una sentencia suya fue confirmada por la historia: ¡España ha perdido a Cuba!

¡Morir por la Patria es vivir!, expresó en sus últimos instantes de existencia el patriota. Esas palabras, lejos de perecer acribilladas por las balas de los enemigos, resurgieron con mayor fuerza y se multiplicaron en los campos de batalla, como símbolo de una decisión que, generación tras generación, se hizo patrimonio de los cubanos hasta su libertad definitiva y adquiere hoy mayor dimensión ante las actuales amenazas, esta vez contra un enemigo más brutal y traicionero: el imperialismo norteamericano.

 

  • Compartir:
0 Comment 702 Views
Orlando Guevara Núñez

Email This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Escribir un Comentario

We use cookies to improve our website. Cookies used for the essential operation of this site have already been set. For more information visit our Cookie policy. I accept cookies from this site. Agree