La reanudación de la molienda, en el transcurso de esta semana, constituirá la última oportunidad del ingenio para aportar a la canasta familiar normada, aunque ciertamente se dista mucho de lo planificado y obligando al territorio a adquirirlo en otras provincias para suplir las demandas de la población y la economía.
De acuerdo con Henry Domínguez Busto, director de informática, comunicación y análisis de la Empresa Agroindustrial Azucarera, “como es conocido es inestable la disponibilidad de caña, que llega desde los campos de toda la provincia, tanto por ferrocarril como por carreteras, causando que la industria no sea constante en su procesamiento. Pero el enfoque es fabricar más azúcar en la recta final de la zafra”.
Mieles, aguardientes y otros derivados de la caña se encuentran entre lo que esta empresa agroindustrial elabora, apelando al uso eficiente de sus recursos humanos, materiales y financieros; de manera especial del combustible que el país destina al efecto.