Entre azúcar y trenes se desarrolló la vida de la demarcación, una de las pocas que contaba con tres ingenios, hasta que, con la desactivación del “Rafael Reyes” (2001) y del “Chile” (2008), solo quedó para fabricar azúcar el “Paquito”, que desde la contienda 2018-2019, no muele.
“Nos causó mucha tristeza ver cómo el Central se deterioraba y la esperanza de que volviera a arrancar se fue desvaneciendo”, dijo con nostalgia Haydeé Trutié Medina, quien ha dedicado 34 años de su vida al ferrocarril azucarero.
Luego del reordenamiento de la agroindustria, a principios de este siglo, en la provincia fueron desactivados cuatro ingenios y en el América Libre (Contramaestre), el Julio Antonio Mella (Mella), el Dos Ríos (Palma Soriano), y el sanluisero Paquito Rosales, se concentraron los recursos humanos, materiales y financieros para hacer lo que forma parte inalienable de la nación y de la nacionalidad cubana: la caña de azúcar y todo lo que implica desde lo social, cultural y económico.
Sin embargo, primero el “América Libre”, luego “Paquito” y, por último el coloso de Mella, cedieron sus funciones en la fabricación del azúcar al central palmero, que, desdichadamente, no ha cumplido con lo pactado, y sus producciones apenas han contribuido a lo que demanda la canasta familiar normada.
En septiembre de 2022, fueron creadas en estas entidades empresas agroindustriales azucareras (EAA), estrechamente relacionadas con la implementación de las 93 medidas aprobadas por el Gobierno de la República para salvar la agroindustria azucarera.
Un colectivo que se crece
“No cumplimos la zafra 2018-2019 y eso nos dejó mal parados; somos un central pequeño con una historia grande, al punto que en la contienda 1989-1990 fabricamos unas 46 000 toneladas (ton) de azúcar e históricamente promediamos de 24 000 a 25 000. Al paralizarnos en ese año y prestar algunas partes y piezas a otros centrales nos fue llevando a una situación cada vez más compleja, hasta que, en 2023, los que nos quedamos aquí dijimos: ‘esto no será, hay que arreglar a Paquito’, y lo hicimos”, comentó el ingeniero Alexis López Cervantes, director de la EAA Francisco Rosales.
La empresa tiene 330 trabajadores, y 85 quedaron en la industria, “no pocos se fueron para el Dos Ríos y otros centros laborales, incluso personal altamente calificado; no obstante, nuestro poderoso movimiento de innovadores comenzó a crear piezas de repuesto e incluso otras nuevas”, aseveró, con satisfacción, Félix López Briñones, administrador del central.
Los retos eran inmensos: reparar la caldera, retubarla y cambiar los bloques de calentadores; los molinos, la planta moledora, recuperar los tachos, las tuberías de evaporación de gran diámetro. También hicieron una mesa alimentadora de bagazo y “solo restan las tarjetas para la centrífuga y el asunto de los lubricantes; pero, en lo fundamental estamos listos para fabricar de10 000 a 12 000 ton de azúcar; lo demostramos cuando hicimos unas 2 000 de meladura en la pasada contienda y entre finales de este mes y principios de octubre haremos otras tantas de este derivado”, afirmó, con extraordinaria certeza, López Cervantes.
Aunque se emanciparon por ellos mismos y con sus propios esfuerzos, decenas de entidades de nuestra provincia, como las fábricas de Cemento, de Cerveza , de Tornillos, los Talleres Ferroviarios, el sector económico-productivo del municipio de San Luis y el sistema del Grupo Empresarial AzCuba -todos encabezados por Beatriz Johnson Urrutia y Manuel Falcón Hernández, máximos dirigentes del Partido y el Gobierno, respectivamente-, fueron decisivos para salvar el Borjita, como aún le nombran los pobladores de la región.
El Instituto Nacional de Recurso Hidráulicos destinó los recursos necesarios para construir una conductora de siete kilómetros, desde el embalse La Laguna hasta el ingenio, “para que las dificultades con el abasto del líquido quedaran en el pasado; además, sean beneficiados los 5 000 habitantes del batey, y en su segunda etapa, hasta el poblado de Dos Caminos, cuya población asciende a cerca de 15 000 personas”, detalló el director de la Empresa.
De manera que en los rostros de técnicos, mecánicos y el resto de los obreros y personal administrativo es palpable la alegría, “ha sido una proeza, nunca dudamos y eso nos motivó a reparar todos los molinos”, aseveró Yuniel Téllez Rivero, mecánico industrial de dicha área y con 25 años de trabajo ininterrumpido en el ingenio.
“Nunca fueron óptimas las condiciones, hubo días de cierta frustración, solo cobrábamos el salario básico, pero aquí está nuestra obra terminada”, agregó Maribel Estévez Díaz, jefa del área de basculador y con 37 años consagrados a la agroindustria azucarera.
Al recorrer las instalaciones fabriles, el fluido eléctrico fue interrumpido e inmediatamente el administrador sentenció: “cuando comencemos a moler nuestro turbogenerador de 4,7 Megawatts nos hará autosuficiente en ese sentido, y aportaremos unos 2,5 al Sistema Eléctroenergético Nacional”.
Un movimiento integral
La EAA posee 680 hectáreas sembradas de cultivos varios, la campaña de primavera fue cumplida y pondera el autoabastecimiento, al tiempo que tiene como propósito proveer al batey de los alimentos cosechados en sus campos.
Es un objetivo fundamental recuperar las áreas cañeras, “nosotros teníamos un rendimiento de aproximadamente 200 000 ton y hoy estamos entre las 125 000 y 126 000, por ende hay que sembrar más y dar las atenciones culturales para no perder los campos”, insistió Alexis López Cervantes.
Por lo pronto, la Empresa se convierte en una fuente de empleo para la comunidad que, en medio del ajetreo en el ingenio, devino en transformarse. Tiene una Casita Infantil con capacidad para 25 niños (hijos de trabajadores y vecinos), la Biblioteca fue restaurada, también la escuela primaria, el parque, un complejo de servicios, edificios multifamiliares y varias viviendas.
El chequeo de todo lo que se ejecuta en el “Paquito Rosales” es constante y multifactorial. Este martes, la Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido, acompañada por el Vice-Gobernador, Waldis González Peinado, visitaron la EAA sanluisera para constatar los avances y, sobre todo, para impulsar el proceso y enfrentar en mejores condiciones la puesta en marcha del central. Del mismo modo se procedió en el Dos Ríos, de Palma Soriano.
Es lícito recordar que, en mayo pasado, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visitó el ingenio y recorrió el batey. Reconoció que “el central va a quedar mejor preparado para la zafra que viene; pero, además se corta la caña vieja que tienen los productores; que, si no, la seguimos arrastrando de un año para otro, y se sigue poniendo más mala, y entonces son plantaciones que no se pueden cultivar”.
Para entonces, una de las cientos de mujeres congregadas en la plazoleta del batey le dijo: “Cuente con nosotros”, a lo que el mandatario respondió: “Yo sé que cuento con ustedes. Todo eso lleva un esfuerzo tremendo, porque se han hecho las reparaciones en medio de situaciones con muchas carencias, pero hay mucho talento en esos trabajadores que tenemos en el ingenio”.
Díaz-Canel, también exhortó a producir comida, porque: “estamos convencidos de que aquí hay tierra para producir la comida que nos hace falta en el municipio, y en otros municipios”. Ante el llamado, otra fémina afirmó: “Y las manos están, tienen el deseo y el valor”.
“Esa es la resistencia creativa de la que habla nuestro Presidente, hemos demostrado que sí se puede, aunque nos falta un mundo”, dijo resueltamente a este rotativo Melitza Sardiña Pérez, quien trabaja en el ‘Paquito’, tal y como antes lo hicieron su madre y su abuelo.