En las fincas de estos campesinos, la caña es el principal cultivo; de ahí que se proyecten acciones para ir mejorando paulatinamente los rendimientos.
Para llegar a más de 50 toneladas por hectáreas, en las tierras de la estructura campesina se vinculan más los hombres a las áreas de trabajo, se pone especial énfasis en la calidad de las semillas, y se intensifica el desyerbe manual, químico y mecanizado, la fertilización, el riego y la aplicación del biorregulador Fitomás-E, producto cubano que incrementa los rendimientos por hectárea y también favorece cultivos vianderos.