Turoperadores de Italia e Alemania y representantes de agencias turísticas del país, prensa especializada, equipos de agencias de viajes y cadenas hoteleras, del Jardín Botánico Nacional y la Universidad Agraria de la Habana apreciaron las características de esta finca, una verdadera joya agropecuaria.
Más que una finca integral de frutales, Monte de Sión, propiedad del destacado productor Roberto Montero Fuentes, es un ejemplo de diversificación en los cultivos. De la dureza de las tareas y los sacrificios iniciales habló Roberto a los visitantes.
Ubicada en Cayajabo, a escasos metros de la autopista nacional en San Luis, la finca no ha perdido su objeto principal y en las 40 hectáreas que la componen, crecen mangos, mameyes colorados, guayabas, tamarindo, cerezas, limón, piña, níspero, anón, guanábana, mandarina, albaricoque, marañón, aguacate y otras especies mientras reverdecen otros cultivos de ciclos cortos como plátano burro y fruta, quimbombó, yuca y boniato.
Destaca también la siembra de 3 hectáreas de café, que ya están en producción. La calidad de las plantas y su floración se debe al uso de la tecnología vietnamita, se hacen hoyos de 70 por 70 cm y se aplicaron 20 libras de materia orgánica a cada uno, se prioriza la regulación de la sombra y el riego, acotó el labriego.
Monte de Sión, constituye un ejemplo y se suma desde hace algún tiempo a esa novedosa experiencia, de sembrar frutales sin descuidar los cultivos varios, el café y cacao, lo que convierte a esta propiedad en un ejemplo de diversificación y compromiso con la tierra, la producción de alimentos y el desarrollo del país, destacó Yalena Vaillant Zapata, especialista para atender el municipio en las tareas de Cooperación Internacional, Comercio exterior e Inversión extranjera.
La finca demuestra cómo se combinan el uso de la agro ecología y los adelantos de la ciencia y la técnica, la resiliencia y la sostenibilidad, dijo el Director de Extensión Universitaria de la Universidad Agraria de la Habana, Amílcar Herrera Albear. “Los productores nos están regalando buenas prácticas de cómo insertar estos espacios en paquetes turísticos sin dejar de producir, ni perder la esencia rural que nos caracteriza.
Se tiene que producir y demostrar al turismo cómo lo hacemos. No soy avezado en temas del sector del turismo, ni de estándares, pero, creo que esta finca tiene todos los atractivos necesarios para aspirar a tener un producto turístico de excelencia, acotó el académico.
Este evento evidenció la fortaleza y oportunidad que tiene Cuba y en especial el oriente del país y Santiago de Cuba para desarrollar el Turismo de Naturaleza, Aventura y Rural.
Se trata de motivar e impulsar en los prestatarios el diseño de productos de esparcimiento, educación y cultura ambiental, usando los valores patrimoniales, culturales y naturales, desde una óptica de sostenibilidad con el medio ambiente.