Antes de partir hacia San Antonio, este funcionario del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Santiago de Cuba participó, junto a decenas de jóvenes de sectores productivos, servicios y universidades, en una donación de sangre.
Para ellos, este acto altruista representa un símbolo de esperanza y vida para sus compatriotas, evocando el ejemplo de Fidel Castro Ruz, quien en 1970 no dudó en donar sangre tras el terremoto que devastó a la República del Perú.
Cargados de afecto, recursos materiales y una gran disposición de servicio, estos muchachos se han comprometido a brindar ayuda “donde las autoridades lo consideren necesario”, aseguró Marrero, convencido de que “es allí donde está nuestro deber”.
«Esta es nuestra oportunidad de contribuir», afirmó, “sea con sangre o con otros aportes para nuestros hermanos en San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa”, comunidades duramente impactadas por el huracán Oscar.
Así, los jóvenes de Santiago de Cuba partieron hacia Guantánamo, convencidos de que con su ayuda y espíritu solidario pueden hacer una diferencia en este momento de necesidad.