De grandes santiagueros heredamos el compromiso con una Cuba libre y soberana, cristalizado en las gestas del Moncada, del 30 de Noviembre y en el Triunfo del 1ro de Enero. Aquí fructificaron de manera extraordinaria las batallas para construir un país más justo e inclusivo.
Por eso, tenemos el desafío de promover, desde el hogar y la comunidad, una lucha sin tregua por el respeto, la honestidad y la solidaridad. Nada justifica las conductas denigrantes, las ilegalidades ni las indisciplinas sociales.
Fidel nos llamó a sembrar ideas, a sembrar conciencia. Sembremos, pues, las mejores ideas; las conductas que expresan la valía de un pueblo inteligente, batallador, alegre y patriota.
En esta tierra heroica atesoramos los restos de Carlos Manuel de Céspedes y de Mariana Grajales Cuello, el Padre y la Madre de la Patria; de José Martí, nuestro Héroe Nacional, del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque y de nuestro eterno e invicto Fidel. Sean estas motivaciones suficientes para afianzar los principios éticos que ellos nos legaron.
Convocamos a todos a sumarse a esta batalla.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución, afirmó que mientras mayores sean las dificultades y los peligros, más exigencia, disciplina y unidad se requieren, y eso haremos.
¡Defendamos nuestra historia, nuestras glorias, nuestras conquistas!
¡Viva la Patria!