El momento fue propicio para compartir experiencias, aportar ideas, fortalecer los vínculos, socializar intereses comunes, aprovechando la amplia membrecía de mujeres que laboran en Etecsa; quienes además son federadas y pueden desde cada espacio, hacer visible su obra cotidiana, dinamizar sus delegaciones de base y estimular el papel de la mujer, bien sea en el centro laboral, la casa, el barrio, la comunidad y ante la sociedad.
Sin duda, en este intercambio de la FMC con mujeres de Etecsa, quedó ratificado el deber de seguir defendiendo los principios de la Revolución cubana y los ideales de la eterna presidenta de la organización, Vilma Espin Guillois.
En el mensaje de felicitación por el 8 de marzo la FMC hizo referencia a los desafíos de los tiempos que corren: “…el trabajo en las condiciones actuales es estratégico para la consolidación de una Revolución como la que es necesario preservar en Cuba, caracterizada por una profunda vocación humanista. Se requiere entonces, del esfuerzo y compromiso también de las mujeres de la Patria, y de su labor única de convocatoria de toda la familia en pos de su defensa”.
Colofón de este encuentro fue la firma del Libro de Honor de la FMC, que constituye un alto reconocimiento para quienes se destacan en la sociedad en las más diversas actividades; y es un documento de gran valor por su contenido histórico, en tanto atesora la participación destacada de mujeres cubanas de distintos sectores sociales.
Sin duda, para las mujeres de Etecsa, haber sido escogidas para la firma de este Libro constituye no solo un honor, que dice mucho de la valía del trabajo que vienen desarrollando, es además, un compromiso para seguir juntas apostando por una Cuba mejor.