Vilma Lucia Espín Guillois, quien estuviera cumpliendo 95 años este 7 de abril vivió desde los ocho años de edad en la casona de San Gerónimo #473, entre Clavario y Carnicería también aconteció en el memorial Vilma Espín, devenida luchadora clandestinidad, quien luchó hasta su último aliento por la independencia, soberanía patria y la emancipación de las féminas.

Vilma, Heroína de la República de Cuba, fue una notable combatiente de la sierra y el llano que tuvo que partir a la Sierra Maestra cuando su vida corrió extremo peligro en la insurrección urbana.

Según algunos de los que la conocieron cuentan que soñaba con bailar ballet clásico y con ese propósito ingresó en una institución cultural llamada Pro Arte de Oriente.

En cierta ocasión, un grupo de la compañía de Alicia Alonso vino a presentar El lago de los cisnes e incorporó en su función a muchachas de esa escuela, entre las cuales estaba ella, quien mantuvo una especial y hermosa relación de amistad con la Prima Ballerina Assoluta y el Ballet Nacional de Cuba.

Según se recoge en algunas publicaciones, en 2015, en Ballet Nacional estrenó Vilma, con música del pianista Frank Fernández, en un acercamiento a las esencias de su impronta.

Graduada de bachiller en Ciencias en 1948, ingresó en la Universidad de Oriente en la carrera de Ingeniería Química, donde se graduó, perteneció a la Federación Estudiantil Universitaria, etapa en la que desarrolló sus ideas políticas, destacándose en la lucha contra la dictadura de Batista, integrándose posteriormente al Ejército Rebelde en 1958. Inseparable compañera de lucha de Frank País, participó en el Alzamiento Armado de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, para apoyar a los expedicionarios del Granma. Continuó sus actividades revolucionarias hasta que subió a las montañas donde estaba el II Frente Oriental.

Tras el triunfo revolucionario del 1 de Enero a Vilma Espín se le encargó de tarea de organizar las diferentes estructuras femeninas, de ahí el nacimiento de la Federación de Mujeres Cubanas el 23 de agosto de 1960, quedando electa su presidenta hasta su muerte el 18 de junio de 2007, organización que la declaró su eterna presidenta.

Su liderazgo y trabajo fue esencial en el desarrollo pleno de la mujer y su empoderamiento. En los primeros años de Revolución desplegó sus fuerzas la reeducación y alfabetización de decenas de féminas que se dedicaban a la prostitución para poder mantener a su familia, la superación de la mujer cubana, la incorporación a diferentes puestos de labor en igualdad de condiciones que los hombres.

Ahí está la creación de los Círculos Infantiles para beneficiar a la mujer trabajadora, la incorporación de las mujeres al estudio y el trabajo, y más cercano en la historia su desvelo por el establecimiento del Código de la Niñez y la Juventud, el Código de la Familia, entre otros. Fidel refiriéndose a Vilma expresó: Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas eran discriminadas como ser humano.

 El ejemplo de Vilma continúa guiando a las mujeres cubanas y las llevó a ocupar el papel social que le correspondía como taller natural en que se forja la vida y sigue siendo necesaria y guiando el porvenir de las féminas cubanas con nuevas metas para continuar fortaleciendo el camino escogido por los habitantes del verde caimán.