La doctora María Teresa Machín, jefa del Programa Materno Infantil (pami) en la provincia, explicó que este es el resultado de un trabajo sostenido, durante más de una década, por todo un sistema dedicado a que cada embarazo tenga un final feliz.
Como primera fortaleza, destacó que «Pinar del Río tiene completa la totalidad de los grupos básicos de trabajo. Es decir, los médicos y las enfermeras de la familia, y los pediatras, clínicos, obstetras y demás especialistas que realizan las consultas prenatales con las gestantes, y luego las de seguimiento con los niños.
«Tampoco se pueden dejar de mencionar los hogares maternos, en los cuales se ingresan las embarazadas de alto riesgo, y las consultas de genética médica», añadió.
Resaltó la labor en la atención hospitalaria, pues la terapia intensiva pediátrica registra un alto nivel de supervivencia, y el servicio de Neonatología y la Comisión de Atención a la materna grave también tienen un desempeño sobresaliente.
Otra fortaleza es el banco de leche materna que posee Vueltabajo, el cual beneficia a los niños pretérmino o bajo peso, que no pueden ser amamantados por sus mamás.
La Jefa del pami señaló que los municipios de San Luis y de Consolación del Sur son los únicos que han registrado fallecimientos durante el año, y que la tasa de mortalidad infantil de la provincia, de manera general, es de 4,7 por cada mil nacidos vivos.
Todos los indicadores se alcanzan con un total de 1 440 nacimientos, 373 menos que el año anterior.
Pinar del Río había cerrado el año 2024, con una tasa de 4,2, que resultó la segunda más baja del país, y en 2023, con una de 3,1, que fue la menor de Cuba.