La condición de Vanguardia Nacional alcanzada por la División Territorial de Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) en el año 2021 es un reconocimiento merecido por su desenvolvimiento un período complejo debido a la pandemia y a actual la crisis económica.

"En medio de esa situación tuvimos un desempeño favorable en cuanto a los indicadores empresariales y los económicos financieros de la división territorial, además de la ejecución de todos los planes físicos de nuevos servicios, sobre cumpliendo en la telefonía fija, móvil, la conectividad empresarial y el nauta hogar, que son las prestaciones a personas naturales y entidades", afirma el Jefe de departamento Comercial, Leandro Fidalgo Busquets.

"Aún cuando estuvimos trabajando en situaciones anormales no tuvimos accidentes laborales ni pérdida de trabajadores por contagios de Covid19 a partir del seguimiento riguroso de los protocolos sanitarios para mantener los servicios.

"La pandemia impuso una dinámica laboral distinta a la que estábamos acostumbrados, ya veníamos incursionando en el teletrabajo y el trabajo a distancia pero desde el 2020 se aceleró este proceso con la habilitación de vías de conectividad y accesos a sistemas informáticos por vía remota que antes no existían, para mantener y agilizar los servicios, además de garantizar que solo el personal indispensable para el trabajo en la red estuviera en las instalaciones".

Fidalgo Busquets señala que en el sector estatal y el privado creció la necesidad de conectividad por telefonía fija y móvil, donde se comercializaron más de tres mil servicios de Nauta hogar y creció en 225 servicios al sector estatal, provocando un cambio en los focos de conexión, los lugares de consumo y saturación de la red. Esto impuso una dinámica de crecimiento en la ejecución de las inversiones para asimilar la cantidad de tráfico.

Los horarios de trabajo dependían de las medidas aplicadas por el Grupo Temporal de Trabajo, pero la empresa atendió a sus usuarios cada día. Se dividieron los colectivos en brigadas para respetar el distanciamiento físico y garantizar que, en caso de contagio, el otro equipo continuará la labor. A la par, se relizaba la recontratación demás de 18 mil servicios a sus clientes estatales a partir del reordenamiento monetario.

Según el jefe de Grupo de Intervención Técnica, Humberto Rey Amateos, el año pasado fue realmente difícil, con muchas restricciones no sólo en al parte sanitaria si no también económica. "Para nuestros trabajadores especialmente, quienes tuvieron que entrar a zona roja y centros de aislamiento, a pesar del miedo al contagio, con el fin de resolver interrupciones y averías en los servicios.

"Fue un período de mucho trabajo pero con grandes resultados: rompimos el récord de instalación de radiobases llegando a 36 a lo largo del año en la provincia. Se montaron también sistemas satélites en lugares de difícil acceso del Segundo y Tercer Frentes, donde no se puede llegar con la fibra óptica o un cable, todo esto resultado del trabajo en conjunto con el Departamento Comercial y el de Inversiones.

"Lo más complicado del período fue mantener en funcionamiento óptimo los servicios energéticos de la empresa y atender las pizarras privadas, que tuvieron una fuerte demanda en el sector de la salud. Aún cuando en los primeros meses del año hubo varios brotes en la empresa el servicio nunca se detuvo", afirmó.

La división territorial del Etecsa fue responsable de hacer llegar la señal de las teleclases para la continuidad del curso escolar y fue de las pocas empresas en el país que no generó pérdidas, sobrecumpliendo los planes de ingresos en un 289%; para este año los planes se dirigen a priorizar las áreas rurales con zonas de silencio que beneficien a varias comunidades y consejos populares.

El Secretario del Buró extraterritorial de Etecsa, Jorge Andrés Quesada Estupiñán, reconoció la labor de los trabajadores no estatales que también tributan con sus servicios a los resultados de la empresa.

"En el pasado año sumamos más de 80 donaciones de sangre, 5 000 horas de trabajo voluntario en la agricultura y los cerca de 220 trabajadores estuvieron, de una forma y otra, en zona roja. Además colaboramos en la transportación pública hacía el distrito Abel Santamaría y en la distribución de paquetes con Correos de Cuba".

Más que el cumplimiento de su función social, el colectivo de Etecsa suplió las demandas del servicio a salud pública, el Partido y el Gobierno, apoyando en el traslado de cadáveres, la colocación de pipas de agua, el movimiento de grupos electrónicos hacia hospitales de campaña y otras labores. Su compromiso sigue siendo ofrecer un servicio de calidad en todas las esferas.