A su entrada a la Catedral, el Nuncio Apostólico en Cuba, Antoine Camilleri, saludó al Presidente cubano, en un gesto de agradecimiento por su presencia en la ceremonia religiosa. Presentes también autoridades del Partido, el Estado y el Gobierno cubano.
La Misa de Honor al Papa es una muestra de la comunión de la Iglesia cubana con el sentir del catolicismo mundial, tras el fallecimiento del Pontífice el pasado 21 de abril.
En la celebración se recordó el cariño y la cercanía de Francisco con Cuba y con su pueblo.
En la homilía de la celebración litúrgica, el Nuncio Apostólico recordó la vida de entrega a la humanidad del Papa. No era solo el Santo Padre de los católicos, era un padre para todos sin distinción, con atención especial a quienes sienten que no encajan en ningún lugar.
(Presidencia Cuba)