Santiago de Cuba,

El bien con AMOR se paga

02 December 2024 Escrito por  Mayte García

Tuve el privilegio de presenciar un acto de infinito amor, de esos que hablan de desinterés, de bondad, en tiempos en los que muchos creen que todo tiene un precio.

El dueño del hostal-restaurante-terraza Gracia Latina, Orlando Bueno Soto, dio una lección de humildad, cuando convocó a un grupo de adultos mayores de su comunidad para ofrecerles un almuerzo gratuito en su restaurante.

Entonces, la jornada de domingo para estos longevos se tornó diferente, la invitación fue ideal para sacar de los armarios esa ropa de vestir que apenas se usa, collares, pendientes, sombreros; sin duda, la deferencia ameritaba lucir las mejores galas.

Orlando regaló a estos ancianos un día inolvidable en Gracia Latina, un lugar acogedor, ubicado en Santa Rita entre Calvario y Reloj, que no solo posee un decorado de excelencia, una exquisita sazón en su comida, una armónica musical, y una elegancia en todo cuanto le rodea; también tiene un colectivo laboral que hizo que los vecinos se sintieran esta tarde, como en sus años mozos.

A este incansable emprendedor, esta idea le venía rondando desde hace semanas, pues bien sabe que este grupo poblacional, vive limitado con jubilaciones que no alcanzan, y por ende, hacer una salida a un restaurante ya sea particular o estatal, no es lo habitual.

“Ojalá pudiéramos tener iniciativas como esta con más frecuencia, los recursos se han encarecido, muchas veces escasean, y súmale que no todas las temporadas la concurrencia de visitantes al lugar es asidua. Somos una mipyme, un colectivo laboral que involucra porteros, dependientes, barman, cocineros, auxiliar de limpieza, cuerpo de seguridad, y no es fácil cumplir con los pagos de esos trabajadores, cuando los vientos no soplan a favor.

“Pero como mi naturaleza es de siempre batallar, no hay imposibles, quería que un grupo de vecinos tuvieran un día especial y creo lo logré, no fue solo darles gratis un plato de comida, el objetivo era que vinieran hasta aquí, disfrutaran del lugar. Para ellos tocó José Carlos, el Violín Trovadoresco y también vino el Mariachi Cuba, revivieron con la música de épocas pasadas, fue sumamente gratificante”, nos dijo Orlando.

Esos adultos que hoy peinan canas, llevan un andar pausado, y se enfrentan a la cotidianidad, con la esperanza de salir de la crisis económica que tanto nos afecta, ayer forjaron la Revolución, crearon los CDR, la FMC, edificaron el proyecto social cubano.

Por eso, esta decisión del emprendedor que no solo tiene de Bueno el apellido, también el corazón; caló hondo y fue palpable la felicidad en los rostros que asistieron a este almuerzo de lujo.

Entre los agasajados estuvo El Meteoro de La Maya Braudilio Vinent: “Compartir con este grupo tan valioso del barrio fue una propuesta que todos agradecemos. El detalle nos ha hecho recordar los viejos tiempos”, expresó la gloria del deporte cubano.

Clara Montalván aseveró: “Todo ha estado maravilloso, la comida, el trato, la atención, lo he disfrutado mucho, tengo 85 años y esta tarde será inolvidable, muchas bendiciones”.
Inés María Fernández: “Acoger en su instalación a personas mayores del barrio, da muestra de su grandeza como ser humano; yo le pregunté cuánto valía, y me dijo que nada. Nos trajo aquí y asumió todos los gastos, que no son pocos, todo era de calidad. Estoy muy feliz”.

Secundino Candeau, afirma: “Esta actividad es muestra de la solidaridad del cubano, de cómo se puede crecer ante las limitaciones y ayudar, hemos cambiado de aire, de ambiente, la vida. Otros deberían hacerlo también”.

Mirtha Repilado dijo emocionada: “Tengo 81 años, pero el ánimo como si fuera joven; me sentí muy bien, como hace tiempo no lo hacía. El padre de mi hija era cantante y lo he recordado, me llevó a momentos del ayer”.

Elbis comentó: “A mis 80 años hoy me he sentido afortunada escuchando esa música mexicana tan querida; desde que murió mi esposo no salgo de casa. Cuando me invitaron me dije: ¡sí voy a ir! y aquí estoy”.

Conozco otras muchas historias de trabajadores por cuenta propia y mipyme que ante la contingencia energética y meteorológica, dieron muestras de hermandad en sus comunidades y hacia los damnificados por ‘Oscar’; ahora Gracia Latina, con este gesto para los abuelos, reafirma esa frase de que cuando se quiere se puede, y sustenta la sentencia de que solidaridad no es dar lo que nos sobra, sino compartir lo que se tiene.

Estas líneas se suman a las muchas muestras de gratitud que recibiera de sus invitados de honor; a este colectivo le espera un futuro prometedor por delante, pues su servicio de restaurante, el alojamiento de habitaciones confortables, y la magia de esa terraza en la que han debutado grandes músicos cubanos, no es lo único que le distingue; ahora se suma el saberse un lugar donde priman la solidaridad, el humanismo y la humildad; demostrados cuando sus invitados, los ancianos, no dejaron de decir emocionados: Gracias Orlando, porque hacer el bien, con Amor se paga.

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