En Barbacoa, la primada de Cuba, donde las montañas besan el mar, se concentra el 85% de la producción nacional. Los rendimientos (0.4 a 0.7 toneladas por hectárea) hablan no de cantidad industrial, sino de un cultivo artesanal y respetuoso. El secreto de su distinción reside en procesos naturales: una fermentación cuidadosa y extendida (hasta 6 días) que desarrolla su perfil aromático equilibrado, donde se entrelazan notas florales y de nueces finas, una firma sensorial inconfundible.
La magia se forja en las alturas de la Sierra Maestra y el sistema montañoso Nipe-Sagua-Baracoa. Suelos ferralíticos rojos, ricos en minerales de origen volcánico y materia orgánica se combinan con microclimas húmedos que reciben más de 2 000 mm anuales de lluvia. Este santuario natural es el hogar de una simbiosis perfecta: el cacao prospera bajo la sombra protectora, mientras que junto a él, el café arábigo de altura alcanza su máxima expresión, desarrollando esa acidez cítrica brillante y cuerpo sedoso que lo hizo legendario desde el siglo XIX.
Frente a este patrimonio, BioCubaCafé emerge como un actor clave. Su visión va más allá de la comercialización promueve sistemas agroforestales integrando cacao y café, aumentan la biodiversidad, protegen el suelo de la erosión y optimizan el uso de la tierra.
La innovación eco-consciente implementa el secado solar del cacao y el beneficio ecológico del café, minimizando drásticamente el impacto ambiental y preservando energía. Combina tecnologías de punta (como en el despulpado de café) con técnicas ancestrales, como el tostado en leña, que añade profundidad al sabor. Certifica prácticas sostenibles que garantizan trazabilidad y calidad.
Se entiende que la verdadera calidad se mide también en "comunidades que prosperan sin dejar su tierra", fortaleciendo el tejido social rural.
El emblemático Festival Chocolate con Café en Guantánamo es la máxima expresión de esta unión. Es un laboratorio vivo donde cooperativas demuestran cómo las variedades criollas, como el preciado Cacao Rojo, encuentran su contrapunto perfecto en cafés de variedades Typica y Bourbon. Aquí se degustan tabletas de cacao oscuro con 72% de pureza, donde la fermentación natural revela toda su complejidad. Cafés de especialidad con puntajes Q Grader superiores a 84, destacando por sus perfiles sensoriales únicos, resultado de la altura y el beneficio ecológico.
Tomar un chocolate oscuro cubano o un café guantanamero es mucho más que un placer gustativo. Es sumergirse en un ecosistema único, es probar el resultado de siglos de conocimiento transmitido, de suelos volcánicos generosos, de fermentaciones extendidas que transforman químicamente el grano, y de secados lentos en patios de ladrillo que atrapan los azúcares naturales y la esencia del terruño. Es un acto de conexión con la resiliente tierra oriental cubana y sus guardianes.
En este Día Internacional del Cacao, honramos al "alimento de los dioses" reconociendo que en Cuba, especialmente en su oriente, este fruto es también alimento de la comunidad, la cultura y la esperanza de un futuro agrícola sostenible.