Sabarí Caballero asegura que “las zafras más grandes de la historia de este país las hizo la Revolución y eso hay que salvarlo como dijo nuestro Presidente; yo cogía los ponches de los carros de Borjita -como en antaño nombraban a la industria santiaguera y su batey- pero si había que ir a los cañaverales iba, si era en la fábrica donde me necesitaban ahí estaba y fui apoyando todos los procesos hasta que me eligieron como líder sindical, delegado al primer Congreso del Partido en 1975 y pudiendo trabajar más, esforzarme más y ser más revolucionario, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, a raíz de la propuesta de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y de la aprobación del Consejo de Estado, me impuso el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba”.
El héroe fue diputado a la Asamblea Nacional durante 15 años representando a su terruño y “de una forma u otra a los azucareros de toda la nación porque en la Asamblea Nacional se discuten y definen el presente y el futuro de la Patria. Yo recuerdo cuando me propusieron por primera vez, realmente sentí mucho orgullo y compromiso porque era un hombre negro, de origen muy humilde, con 9no grado -que obtuve gracias a la Revolución- y con el oficio de ponchero en el taller automotor de un central de Oriente. No tuve que hacer campaña política, solamente arraigarme más al pueblo que me propuso y luego me eligió, y reeligió durante tres legislaturas; y fíjate en esto, yo fui el delegado de mi circunscripción desde 1985 hasta no hace mucho, o sea no fui escogido al azar, fueron mis vecinos que vieron en mí otro igual a ellos que podía representarlos en los órganos de gobierno.
“Hoy nos enfrentamos a problemas grandes, cuando yo era joven también hubo situaciones muy difíciles, en los 60 me hice miliciano y fui fundador de los Comités de Defensa de la Revolución porque las agresiones de los imperialistas y de los que poseyeron durante años las riquezas de nuestro país eran, y son, constantes. Yo votaré el 26 de marzo por Cuba.