Un hombre que unió voluntades para transformar el país, sus ideas perduran en cada pedacito de esta tierra rebelde, enarboló las banderas de la solidaridad, el internacionalismo, la dignidad, el valor y el coraje entre los cubanos.
Gracias a la Revolución guiada por Fidel en Cuba todos tienen voz: el obrero, el intelectual, la mujer, el campesino, el estudiante, el negro, el blanco, y el pueblo siguen su imperecedera huella. Siempre tuvo una clara visión de futuro, y advirtió en cada momento los destinos de la humanidad y lo que significaba el imperialismo yanqui para el mundo.
Con la valentía que lo caracterizaba siempre, dio a conocer los problemas que enfrentaba la nación con mucho optimismo; uno de esos ejemplos fue cuando en 1989 anunciaba el peligro de la desintegración de la antigua URSS y del Campo Socialista.
Definió las consecuencias que traería -la Unión Soviética era el mayor proveedor de recursos y vienes- y declaraba que la Ciencia era la posibilidad que Cuba tenía para continuar desarrollándose y así convertirse en una potencia médica mundial. Igualmente, supo ver el pueblo sería muy afectado y sufriría las consecuencias, pero con su atinada verborrea explicó en aquel momento la crítica situación por la atravesaría la isla.
Corría los años 90, la vida cotidiana había cambiado, habían desaparecido muchas cosas, fue una etapa que se nombró período especial y llamó a la unidad y la perseverancia ante la adversidad, y de igual forma solicitó comprensión ante las complejidades que se enfrentarían. A principio del triunfo revolucionario en la ONU, afirmó: “No he venido a hablar de Cuba…”, estadista que con su presencia y voz defendía las causas justas, acaparaba la atención de todos en el cónclave.
Fidel nunca buscó la gloria, su sencillez era tanta que expresó que no necesita monumentos ni que su nombre se lo pusieran a calles, fábricas, escuelas… Los ejemplos sobran, hoy más que nunca las ideas de nuestro Líder Histórico Fidel Castro Ruz están vigentes y son faro y guía para continuar defendiendo la Patria y seguir luchando contra un imperio que trata de aplastarnos y conquistarnos.
Pero lo que no saben los enemigos de la Revolución cubana que sus enseñanzas y pensamientos perduran y florecen en cada cubano, porque el continúa vivo en el corazón de todos y es el orgullo de todos porque está en todas partes. Y cada día sus ideas adquieren vigencia: “lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”; “El imperialismo no conoce lo que es la moral”; “Nada hay más inhumano en la historia del mundo que el propio sistema capitalista e imperialista, que nació, como dijo Marx, chorreando sangre y lodo por todos sus poros”.
Otros de esos pensamientos que debemos tener presente: “Nosotros estamos dispuestos a resistir, digna y abnegadamente, los años que sean necesarios, el bloqueo imperialista. Si otros transigen, si otros se dejan sobornar, si otros traicionan, Cuba sabrá mantenerse como ejemplo de una Revolución que no claudica, que no se vende, que no se rinde, que no se pone de rodillas”; “¿Cómo puede hablar, de derechos humanos el gobierno imperialista que mantiene una base militar por la fuerza en nuestro territorio, y somete a nuestro pueblo a un criminal bloqueo económico?”.
“Estos tiempos son más difíciles, mucho más difíciles, tenemos que estar conscientes de eso; se requiere un esfuerzo mayor, se requiere una valentía mayor, se requiere un heroísmo mayor, se requiere una inteligencia mayor, se requiere una organización más eficiente, se requiere una moral más alta, se requiere una lucha más tenaz, precisamente para preservar la Patria, la Revolución y las conquistas del socialismo”.
En este aniversario 99 de su nacimiento, en estas ideas se resume su obra y nos guían para batallas futuras, porque Fidel continúa inculcando en las generaciones futuras, sus ideas que constituyen un símbolo paz, la unidad, la solidaridad e internacionalismo en la búsqueda de un mundo más justo para todos.
