El ex-ministro de agricultura Ydael Pérez Brito, fomentó, tiempo atrás, la buena idea de que cada persona siembre un pedacito de tierra para mejorar la comida de la familia y la cmunidad.
Edith Roque, mecánico autodidacta y cabeza de su hogar, es un hombre mayor de 55 años. Vive en el poblado Alto Songo, Municipio Songo la Maya, provincia Santiago de Cuba. Confirmó, serle de mucho beneficio sembrar en su patio, ya que ahora la ración y la calidad de los alimentos y el salario les alcanza mejor.
"Esto no es una iniciativa de hace poco tiempo. Llevo años trabajando y poniendo mi empeño en mantener mi casa y mi esposa. Ella, al igual que yo, se levanta bien temprano para ayudarme. Gracias a mis ahorros, logré comprar una porción de tierra, aunque no es la gran cosa. De ella, cosecho viandas, frutas, algunos vegetales, boniato, yuca, frijol, maíz, ñame, aguacate, pepino, por ejemplo.
"He tenido pérdidas. En varias ocasiones me roban, hay animales que me estropean los cultivos, pero, por nada de eso me detengo. Le doy gracias a Dios porque siempre me puedo sobreponer a las dificultades y , como buen cubano que soy ¡Pa' lante! También en esta etapa de verano las lluvias tan seguidas me han hechado a perder mi trabajo. Pero yo no me estreso. Siempre vuelvo a empezar".
Este campesino cuenta con la ayuda de algunos vecinos; "sembramos, me apoyan en la limpieza y eliminación de las malas hierbas, también en la recolecta. A la hora de repartir, soy justo y me gusta recompensar el esfuerzo de los demás".
"Aunque no tengo la vida que quisiera aprovecho cada oportunidad al máximo y no me quejo de lo que no tengo. Puedo decir que me siento un hombre viejo, pero afortunado. Uno, por la familia que logré y por mi pedacito de tierra, que es como un miembro más de nosotros ".
Edith es un ejemplo vivo de hombre trabajador y diligente que da la vida por los suyos y por quienes le rodean. Sembrar lo hace digno porque garantiza una alimentación sana. Si todos contribuimos al igual que Edith, o hacemos el esfuerzo, sentiríamos menos el peso en los hombros de comprar alimentos. Por eso, un mensaje para todos es que siembren su pedacito.