A menudo vemos escritos contra Cuba, basados en las más burdas mentiras. Su propósito: tratar de que el pueblo pierda confianza en su gobierno, quebrantar la unidad que sustenta a la Revolución y provocar un caos que conduzca a la muerte del socialismo en el país.
Sin el menor rasgo ético, inventan mentiras que niegan la influencia del bloqueo genocida yanqui contra Cuba, atribuyendo nuestras dificultades a la mala gestión del gobierno. Suscribo una definición del líder ecuatoriano Rafael Correa sobre este tema: Decir que las dificultades económicas de Cuba no son provocadas por el bloqueo, es como coger a una persona, atarla de piés y manos, colgarle una soga al cuello con una piedra al otro extremo, tirarlo al mar y después decir que se ahogó porque no sabía nadar.
Con un descaro sin par, los enredadores demeritan toda la gestión del gobierno. Crean noticias falsas que ni ellos mismos las creen. Y esos fraudes recorren el mundo, donde muchos asumen el papel de enredados en las redes.
Y hemos visto, en el plano interno, que no falta ese tipo de enredados, que se suman a la desinformación y la reproducen, omitiendo los canales oficiales de verificación existentes en el país. Los ejemplos pululan.
A pensamiento es la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento. Esta enseñanza martiana nos convoca a todos los revolucionarios al combate de la verdad contra la mentira. Y a la defensa sin desmayo de nuestra unidad nacional y de nuestro socialismo. Para que los enredadores en las redes no cultiven nuevos enredados en ellas.