Él fue galardonado recientemente con la Medalla Romárico Cordero. Con 21 años de experiencia laboral allí, de administrador a presidente, Juan Antonio Hernández Díaz, lidera la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Victoria de Girón de Contramaestre. Esta cuenta con 49 trabajadores cooperativistas y 30 contratados.
A sus 40 años de fundada, continúa siendo rentable. En el período, pese a que la zafra ha tenido momentos difíciles, se cumplirá con las tareas asignadas. Son 240 ha de la gramínea, 102 en zafra y ya se recortaron 53: “el rendimiento programado se superó y está en 35 toneladas. Además de este cultivo, contamos con maíz, yuca, frijoles, boniato y un módulo pecuario con nueve especies”, acotó Juan Antonio a Sierra Maestra. La cooperativa abastece a la comunidad de Las Cruces, con 10 libras per cápita mensuales.
¿Quién dice que las mujeres no pueden asumir tareas de gigantes? Ella está al frente de 142 socios, 16 cooperativistas; y ante sí se extienden 513 ha, de las que 312 están dedicadas a cultivos varios. Fue destacada recientemente con la ‘Antero Regalado’.
De los 12 años comprometidos allí, los tres últimos han sido de mandato. Elsa Chacón López se alzó como presidenta de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Amador Rosales, perteneciente a la empresa Agropecuaria Laguna Blanca. La entidad presenta cifras positivas en el cumplimiento del plan técnico-económico y la recién culminada campaña de siembra de frío:
“Se trabaja en aras del inicio de la de primavera. Se cumplió al 109 % la pasada campaña, entre viandas, granos y hortalizas. El plan técnico-económico marcha a un 113%.
“Se incrementa la siembra del plátano, FIAT-04, vianda, burro, fruta. Se emplean clones con alto potencial productivo, variedades resistentes a plagas; y hay un laboreo con tracción animal, en su mayoría. Contamos, también, con un módulo pecuario, y se potencia por cooperativista”. De los frutos de la CCS, el 55 % se dirige al encargo estatal.
Eloy Gómez Nieto, de la CCS Domingo Hernández, de Santiago, quien de igual manera resultó galardonado con la ‘Antero’, representa a la finca familiar de sus abuelos, con una tradición campesina de larga data.
En apenas 0.8 ha, se multiplican el plátano en sus diferentes variedades, y frutales como la guayaba, la frutabomba y el mango, además del aporte de posturas para cultivar.
Él siente orgullo de su trabajo. Ellos son dignos hombres y mujeres, con acciones a la altura y más, de sus palabras.
