En la agricultura, más que en cualquier otro sector, la sustracción ilegal de producciones agrícolas, el desvío de recursos y el sacrificio ilícito y hurto de ganado, afectan directamente a la alimentación del pueblo. Al tiempo, han ocasionado malestares en algunos trabajadores de la tierra, al igual que agresiones, enfrentamientos con consecuencias severas y amenazas; conductas que generan sensación de impunidad y sentimiento de impotencia.

Con la finalidad de adentrarse en estas problemáticas, se particularizó en su comportamiento en la provincia y las acciones en respuesta.

En la legalidad
El Código Penal, Ley 151 de 2022, en su Título XVII de Delitos contra los Derechos Patrimoniales, Capítulo 1, Artículo 410.1, define a quien hurta o robe como aquel que “sustraiga una cosa mueble de ajena pertenencia, con ánimo de lucro, incurre en sanción de privación de libertad de uno a tres años o multa de trescientas a mil cuotas, o ambas”.

En los siguientes capítulos, se especifican otras agravantes que pueden extender la condena, de seis meses a 30 años o perpetua, en dependencia de la situación; definen al tiempo las medidas ante casos de extorsión, el uso de la fuerza, la intimidación, la violencia, el chantaje u otros.

Por otra parte, en el artículo 316, sus cinco apartados ahondan en el delito de sacrificio ilegal de ganado mayor y tráfico de las carnes. A quienes lo ejecuten de manera ilícita, se les contemplan penas de 4 a 10 años; los que truequen, trasladen o vendan también incurren, así como los tenentes de ganado que sacrifiquen sin permiso, los que la compren sabiendo su procedencia, o la adquieran para centros de producción y comercio de alimentos.

Entre las sanciones accesorias se enuncian el comiso de los bienes ocupados, la restricción de salida del país u otros lugares dentro y la privación de derechos.
Algunos campesinos que han sufrido hurto, refieren en ocasiones la necesidad de mayor rapidez de los organismos donde se denuncia, así como de su operación efectiva para atrapar a los responsables. De igual manera, no siempre es autorrobo de los dueños.

No obstante, el oficial del Ministerio del Interior (Minint), Mayor Pedro Rafael Arranz Díaz, expone cada uno de los procedimientos, que están bien establecidos:
“El proceso investigativo legalmente inicia como recoge la Constitución de la República, la Ley de Procesamiento Penal y el Código Penal; cuando tras un hecho delictivo, la víctima tiene la potestad de dirigirse a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria más cercana en su localidad, y realizar una denuncia oficial.

“Esta se registra en un sistema digital, que apunta la narración de lo ocurrido según las declaraciones de los hechos, los daños ocasionados y objetos sustraídos. El Ministerio del Interior, con un grupo integrado por la guardia operativa actúa.

“Participan oficiales de la Dirección Técnica e Investigativa o del DTI, el Investigador Policial; si es un hecho grave lo asiste el Instructor Penal -del Órgano de Investigación Criminal y de Operaciones-, el jefe de sector de la zona de los acontecimientos, peritos criminalísticos, que buscan los elementos probatorios en el lugar, ya sean huellas dactilares, de olor, palmares, calzado, fibras textiles..., para comparar con posibles sospechosos.

“Se suman el técnico canino para seguir los rastros de los implicados u otros integrantes del Minint, de ser necesarios, de la Contrainteligencia o de organismos como el Cuerpo de Bomberos, de Rescate y Salvamento.

“Los hechos pueden ser leves (con sanciones de uno a tres años), los procesa el sistema de la PNR en la estación donde se emite la denuncia, con sus investigadores, y los más graves, los Instructores Penales.

“Tanto el investigador como el instructor, una vez efectuada la denuncia, dirigen el proceso para esclarecer los hechos. Si fueron ejecutados por autor conocido, se trabaja con el imputado, con solicitud de medida cautelar (prisión provisional si el hecho es grave, fianza en efectivo, obligación contraída en acta), y si no está relacionado a lo sucedido, se deja en libertad.

“Si es autor desconocido, se sigue la investigación con los especialistas para la búsqueda de pruebas, de testigos en el lugar de los hechos, de elementos criminalísticos comparativos vía pruebas de laboratorio, para vincularlo a posibles sospechosos de otros hechos con figuras delictivas similares en igual territorio, y si ya estaba en nuestra base de datos, poder descartarlos o no como autores.

“Cuando se reúnen las pruebas, el expediente se presenta a la Fiscalía Municipal o Provincial y después al Tribunal, se cita para la vista del juicio oral donde se sanciona a los imputados según la gravedad”.

Sin control no hay ganado
Desde los primeros meses del año la Fiscalía Provincial, de manera general, declaró a este medio que se había generado un incremento de acontecimientos contra el ganado en el territorio.

El desarrollo de la Investigación Ganadera en Santiago de Cuba -como parte de un ejercicio nacional-, reveló resultados que reflejan esa realidad.

Francisco Grajales Lira, Jefe de la Actividad de Genética y Registro Pecuario de la Delegación Provincial de la Agricultura explicó que:
“Fue iniciada el 1º de marzo la visita a los 16 689 tenentes de ganado vacuno inscritos en los registros pecuarios de nuestra provincia, después de una adecuada selección de las comisiones que relazarían la investigación y organizados de forma que se pudieran acceder a estos en los diferentes consejos populares, con el propósito de conocer y verificar la existencia de los animales declarados.

“Hasta la fecha se han visitado por las comisiones 13 458, que representa un 81 %, conociendo así la realidad de su existencia, las ilegalidades cometidas, las dificultades en el manejo del rebaño, condiciones de tenencia y otros indicadores que permitirán evaluar de forma individual las medidas que se deben tomar para organizar y asegurar el futuro desarrollo de la ganadería.

“Se ha detectado un elevado número de incumplimientos de lo establecido en la Ley de Fomento Ganadero y violaciones del Decreto Ley 225, que sanciona las infracciones descritas para el adecuado control de la masa.

“Las Comisiones Agraria y de la Masa en los municipios las analizan, depuran y sancionan semanalmente, arribando a la decisión que corresponda según su magnitud.

“Se han visto y comprobado por número al fuego y categoría la existencia de 110 448 animales vacunos; en las visitas se han detectado violaciones entre las que se destacan 1 644 nacimientos sin declarar al registro (obligación por ley antes de los 30 días de nacido), 818 ventas ilegales (obligación de acudir al registro pecuario a oficializar), 200 animales sin marcar (por ley lo hace el tenente a los 6 meses), 716 muertes sin declarar (tiene hasta 10 días para presentar el certificado veterinario), 4 463 faltantes (por no ejercer obligación de controlar y el derecho de denunciar) entre otras, todas estas recogidas como obligación de un productor o tenente de lo establecido por años, como exigencia en el Decreto-Ley y por las que se aplica la multa y otra sanción accesoria que corresponda.

“Como se informó previamente, todos los poseedores de ganado mayor conocieron de la preparación e inicio de esta investigación en la ganadería, de su importancia, ya que está implícito el conocimiento de la masa con que contamos y así evaluar perspectivas en el desarrollo.

“Actitudes poco receptivas o dudas de la seriedad de la tarea anunciada, trae como consecuencia las medidas tomadas hasta la fecha, como son 496 multas (superior a 7 millones), 787 tenentes por analizar en las comisiones agrarias municipales, 985 obligaciones de hacer, 336 compras de ganado y hasta la actualidad, 246 denuncias por Incumplimiento del Deber de denunciar.

“Solo el cumplimiento de las regulaciones establecidas para la cría de ganado mayor es la exigencia a los que así decidan disfrutar de ese derecho. Llámese a los que restan por visitar y los que continúan: respeten y cumplan, y no existirán las medidas”.

También, sería importante en este punto, a partir de la experiencia, ganar en la sistematicidad y periodicidad en la realización de ejercicios como este, así como del control interno de las cooperativas hacia sus integrantes y externo de otros organismos fiscalizadores.

Cuando se quiere...
Hermis Isaac Ferrer, es un campesino de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Gustavo Moll del municipio de San Luis, que en las 36.2 ha de su finca Nueva Arena, hace maravillas.

Él nos explica que cuando se quieren cuidar los recursos, se puede: “Tenemos creados seis grupos de trabajo, una patrulla campesina, que protegen al cultivo y el ganado de hechos delictivos. Los tenemos organizados con un líder, a los cuales la cooperativa les facilitó teléfonos para comunicarse ante cualquier problema, hecho o sospecha. Luego se llama al jefe del sector para actuar en consecuencia.

“Hasta este momento no se ha comprobado que haya habido autorrobo, cuando se realiza la denuncia se han atrapado a los responsables. En el mes de julio, como parte del ejercicio nacional de ganadería, se identificaron varios casos objeto de análisis por faltante de animales, o por no contar con la protección debida a estos, lo que facilita su hurto”.

En su finca se extendió la preparación de tierras de la campaña de primavera, producto a la sequía de los primeros meses, que una parte se sembró y otra no: una hectárea de maíz, que se recogió, otra de yuca y media de boniato intercalado con calabaza. Ahora se encuentra enfrascado más en la siembra de frío, para cultivar una de frijol, yuca y papa, entre otras variedades.

Él entrega leche a Salud Pública, en el hogar de ancianos, materno y el hospital. El ganado mayor lo intercala, contando con 10 reproductoras, seis hembras chiquitas y dos sementales, además de su caballo. Colabora con los vecinos y viceversa, y entre todos envían producciones al mercado y las ferias.

Entre las bellezas de su paraíso, apreciamos árboles maderables como el cedro, el algarrobo, y la anacahuita, que Hermis destina a la confección de sarcófago local. Tiene árboles frutales como la guayaba, el mamoncillo, el mango y alrededor de 50 palmas.

La mayor parte de los campesinos se esfuerzan por trabajar la tierra y cosechar sus frutos para el sustento de su casa y el aporte social. Que el descontrol y la negligencia generen pérdidas irreparables, ante la escasez de recursos, no tienen justificación.

La exigencia, el velar por el cumplimiento de lo establecido, el orden, el combate a las indisciplinas, la prevención de ilegalidades, el cuidado individual y grupal, así como el accionar rápido de los organismos correspondientes, son imprescindibles para que las producciones agropecuarias y el ganado no sufran más bajas o desvíos en Santiago de Cuba.

Como sentencia el refrán popular, “quien vela, nada se le escapa”, esencia más que necesaria en el complejo contexto actual, donde se debe cuidar el alimento disponible para el pueblo.