Santiago de Cuba,

Unos años más tarde

10 September 2024 Escrito por  Sabdiel Peña Rodriguez (Estudiante de Periodismo)

En 1902, el gobierno de turno decidió dedicar lo que antes fuera un Hospital Español, para la enseñanza primaria en el consejo popular Alto Songo. Surgió así la Escuela "José Francisco Díaz" para varones en una parte del local y la Escuela "Adela Desquirón Araujo" para hembras en otra.

Algunos años después se eliminó la distinción por sexos, dejándose el nombre de Adela Desquirón Araujo. Antes del triunfo revolucionario y aún después de este, sirvió para la educación de niños santiagueros.

A lo largo de los años, ha recibido varios reconocimientos por su gran participación en eventos y por su elevada calidad en la enseñanza y educación de los escolares. Allí se nutrieron de saberes muchos hombres que han dejado una huella en la liberación de Songo y de Santiago de Cuba. Hombres y mujeres de honra y humildad.

Este nuevo curso escolar, no quedará atrás. En sus restauradas faldas albergó este 2 de septiembre una matrícula muy superior a la de años anteriores. Por lo que las expectativas de los maestros están llenas de satisfacción y orgullo. Según las declaraciones del actual director, Leonel Zamora:

“Aprendí a leer y a escribir en esta escuela. Era muy indisciplinado cuando niño y jamás pensé que hoy fuera su director. Muchas son las veces que miro a las aulas y recuerdo cuando yo estaba ahí. Esto me sirve para tener paciencia a la hora de exhortar y corregir a nuestros estudiantes y maestros.

"Con los años de experiencia que he adquirido, muchos son los educadores que han pasado por aquí y han dejado su huella en cada pizarra. Algunos dejan marcas más profundas que nunca se olvidan, como es el caso de la maestra Ángela. A pesar de estar jubilada, siempre la vemos dando sus vueltas por aquí, hablando con los niños, aconsejando y exhortando a todos.

“Tenemos el proyecto de hacer un comedor, para aquellos niños y trabajadores del centro que viven distantes. Ya tenemos los planos, todo es cuestión de tiempo y no perder la esperanza.

“Gracias al gobierno recibimos muchos libros nuevos. Los que teníamos antiguamente estaban bastante deteriorados. Cada estudiante hoy tiene su libro. Es muy gratificante ver como los estudiantes que ya están en otras enseñanzas vienen de visita, a contar sus experiencias. Algunos ya son padres y esperan que sus hijos sean acogidos aquí".

Este año, Adela Desquirón promete nuevos proyectos, estrategias en la enseñanza y la entrega del alma en esta labor educativa. Muchos son los que superan esta etapa estudiantil, pero otros llegan, por lo que la obra de años atrás, no se detiene.

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