Siempre corren rumores de que hay tal o más cual navío en la bahía y que no lo están descargando y comienzan las especulaciones, pero quizás algunos desconozcan que los armadores de las navieras exigen el pago al contado debido a que el país no puede acceder a créditos bancarios, las leyes impuestas por el bloqueo lo impiden, otros ni siquiera pueden tocar puertos cubanos, además de los contratiempos que suceden dentro de la isla y son inimaginables.
Uno de esos inimaginables contratiempos que nadie quiere que sucedan ocurrió hace unos meses atrás cuando hubo una contingencia con el Gas Licuado, que interrumpió el llenado de los cilindros por una rotura de una pieza en esa línea.
Tal vez la mayoría no sepa que en el Taller de Maquinado de la Refinería Antonio Maceo, Renté, se desató una carrera contra el tiempo para lograr poner en alta esa línea y que la afectación en la distribución fuera mínima en un momento tan crucial en que casi la totalidad de la población santiaguera carecía del combustible para la cocción de sus alimentos.
En ese Taller de Maquinado, directivos y trabajadores en compañía de las máximas autoridades de la provincia se pusieron en función de dar solución al problema y descripciones de quienes estuvieron presentes en el lugar, afirmaron que fueron segundos, minutos y horas muy estresantes pero lograron la fabricación de la pieza.
Su diseño estuvo a cargo del Jefe del Taller, quien el día de nuestra visita estaba de vacaciones y no desdeñamos un próximo encuentro para que nos cuente su experiencia, pero pudimos conversar con Gabriel Salas Chacón, Mecánico A quien dijo: “Tuvimos que fabricar un agregado del tren de llenado de la planta en tiempo record posibilitando la continuidad del servicio de venta del producto a la población.
“Esas fabricaciones y recuperaciones de piezas de repuesto en su mayoría se hacen en el torno y se sabe que en ese equipo las medidas son milimétricas, exactas para que puedan servir. ¿La verdad? Muy nerviosos, imagine a tantas personas alrededor suyo mirando lo que se está haciendo.
“Tremenda presión, la pieza debía quedar bien y funcionar, no fue fácil, todos esperando un resultado positivo, la Secretaria del Partido, el Gobernador de la provincia, nuestro director, los compañeros de la dirección de la línea de llenado de gas licuado, pero logramos el objetivo, poner a funcionar la planta y continuar el llenado y distribución del combustible.
“Luego de concluida la tarea, uno se reconforta y siente satisfacción por el deber cumplido y el reconocimiento de los compañeros. Pero aquí no termina todo, cuando se va de camino a casa y ve la gente con cilindros llenos en la mano y llega al barrio y escucha los comentarios de que pudieron adquirir el combustible, se siente alegría y complacencia aunque no sepan del esfuerzo realizado para que dispusieran de tan demandado producto”.
Así son nuestros héroes anónimos que día a día dan lo mejor de sí a favor del bienestar del pueblo aunque para esto tengan que convertirse en verdaderos genios de la ciencia y la técnica.