La Doctora Ciencias de la Educación Glenda Roque Ramos, Jefa de Departamento de Formación Pedagógica, Actividad Científica y Superación en la Dirección General de Educación en Santiago de Cuba, dialogó sobre el vínculo indisoluble de esta institución y el Comandante en Jefe.
Comentó que en La historia me absolverá, programa de lucha de la Revolución, Fidel Castro planteó el problema de la educación como uno de los males a resolver de manera urgente, de ahí que al triunfar el Ejército Rebelde en 1959 se presentó el Mensaje Educacional al pueblo de Cuba en manos de Armando Harta Dávalos, en ese momento Ministro del sector, con solo 28 años.
Según refirió, Hart fue la figura que materializó el plan de reformas educativas con la idea de eliminar el analfabetismo presente en las esferas más humildes del país, en aras de llevar la enseñanza por toda la Isla, y mencionó entre las principales el acceso a la educación sin discriminación racial ni económica, la construcción de aproximadamente 10 mil nuevas aulas, el incremento de escolarización a casi el 90 por ciento en las edades de 6 a 12 años, así como la conversión de más de 69 instalaciones militares de la dictadura derrocada en escuelas.
Roque Ramos afirmó que de esa manera el cuartel creado en 1859 como Presidio Modelo, que adquirió el nombre de Reina Mercedes en 1868 y el de Guillermón Moncada, en honor al general mambí, a partir de 1909, se convirtió en 1960 en la Ciudad Escolar 26 de Julio.
Hoy la fortaleza constituye mucho más que un centro educativo en Santiago de Cuba, representante de la transformación radical de un símbolo de represión en un espacio de liberación mediante el conocimiento, precisó.
Este cambio, impulsado por Fidel Castro encapsula su visión de que la educación es la verdadera fuerza de una nación, y en el contexto del centenario de su natalicio, este lugar se erige como testimonio físico de la vigencia de sus ideales, donde la pedagogía sustituye a las armas, expresó la Doctora en Ciencias.
Manifestó que esta actitud renovadora del Comandante y única en el mundo, nació en el propio contexto de la lucha revolucionaria, cuando el 26 de Julio de 1953 el asalto al Moncada se convirtió en un símbolo de resistencia y determinación.
Recordó las palabras del eterno líder durante la fundación del centro en el aniversario 107 del natalicio de José Martí: "Ahora, cuando el pueblo es el que defiende la Revolución, no necesitamos fortalezas (...) no tomamos la fortaleza el 26 de Julio, ni la tomamos el día Primero de Enero, hoy la hemos convertido en un centro de enseñanza, hoy sí hemos ganado esta batalla".
"Donde se torturó y vejó el hombre quiero que hagas felices a los niños santiagueros", le pidió Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana, a Nora Hilda Pierre Dolorí, cuando en 1965 confió a ella la responsabilidad de conducir la ciudad, labor que asumió por 25 años con la convicción de estar en el lado correcto.
En el otrora Moncada, ahora dignificado por el humanismo de la Revolución y de su líder Fidel Castro, se han educado distintas generaciones de cubanos agradecidos por la enseñanza recibida de manera gratuita, y que han hecho posible su sueño de convertirse en médicos, ingenieros, obreros, intelectuales y otras profesiones, sentenció.
Así, explicó, quedaron atrás las torturas en sus celdas, y la realidad de la Cuba que demandó tanto sacrificio, se recuerda hoy en un museo que, inaugurado en 1967, es un antídoto para el olvido.
Para la directiva, la Ciudad Escolar tiene un significado especial: su vocación nació en la cuna, moldeada por el ejemplo de su madre, Glenda Ramos Leyva, maestra de primaria y fundadora de la escuela 26 de Julio junto a Nora Pierre.
Mis hermanas estudiaron aquí y yo di mis primeros pasos y pronuncié mis primeras palabras en estos pasillos, mientras mi madre impartía clases de Humanidades en el aula de Juan Ameijeiras, y la pasión por la enseñanza se fue sembrando en mí, entre libros, cuadernos y sueños de superación, rememoró.
En 2020, el cáncer nos la arrebató, pero su última voluntad fue clara: que sus cenizas descansaran bajo el árbol de la escuela, el mismo que cobija matutinos, juegos y silencios; ese árbol se ha convertido en mi impulso diario, recordándome que educar no es solo mi profesión, sino mi destino, dijo emocionada.
Comentó que en el centenario de Fidel, también le agradece de manera personal, porque su legado permitió que mujeres como su madre y como ella pudieran crecer, enseñar y transformar.
Actualmente la Ciudad Escolar abarca los niveles educativos de primaria y secundaria, por lo que se imparte docencia a alumnos con edades comprendidas entre 6 y 15 años, de primero a noveno grados.
El complejo educacional, cuenta con seis escuelas, las cuales llevan los nombres de asaltantes asesinados y torturados por los esbirros batistianos el propio día 26 de julio de 1953: Juan Manuel Ameijeiras Delgado, Pedro Marrero Aizpurúa, Reinaldo Boris Luis Santa- Coloma, Abel Santamaría Cuadrado, Raúl Gómez García y José Luis Tasende de las Muñecas.