La reunión, forma parte de un importante proceso que se extenderá hasta el 30 de noviembre en más de 13 000 colectivos laborales de Cuba, con el objetivo de enriquecer una normativa que regulará las relaciones laborales en el país.
La jornada, liderada por docentes de la Facultad de Derecho de la UO y acompañada por Leydimi Arias Alba, Secretaria Provincial del Sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte, destacó por su rigor metodológico y la profundidad de los debates.
Durante más de dos horas, los participantes analizaron el anteproyecto, que consta de 525 artículos distribuidos en cuatro libros, abarcando desde los principios generales del trabajo hasta la administración laboral y los derechos colectivos.
La asamblea piloto de la UO servirá como modelo para las reuniones previstas a nivel provincial, que involucrarán a miles de trabajadores, incluidos aquellos del sector privado, cooperativas y Mipymes.
Osnay Miguel Colina Rodríguez, presidente de la Comisión Organizadora del XXII Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), había adelantado hace unos días que este proceso busca “armonizar en un solo cuerpo legal las transformaciones jurídicas que impactan en lo laboral”.
Entre las novedades del anteproyecto destaca la integración de once disposiciones normativas dispersas, el reconocimiento del trabajo autónomo y la ampliación de mecanismos de acceso a la justicia laboral.
Técnicamente, la consulta se sustenta en una logística robusta, más de 80 000 tabloides impresos con el texto del anteproyecto, una aplicación digital (APLIK) para recoger criterios en línea, y la capacitación de cuadros sindicales en todos los territorios.
El Anteproyecto del Código de Trabajo, que deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio de 2026, representa un esfuerzo por actualizar la legislación vigente desde 2014.
La Universidad de Oriente, con su tradición de excelencia, demostró una vez más que las aulas pueden ser espacios de construcción colectiva. El proceso continuará en los próximos meses, con la mirada puesta en entregar al parlamento cubano una ley “avanzada, contemporánea e inclusiva”, en palabras de Colina Rodríguez. Un código que, nace del pueblo y para el pueblo.