En esta importante cita se expuso el comportamiento de los hechos delictivos en el primer semestre de 2025 (enero-julio); se debatieron los problemas que persisten en la Empresa como: el descontrol, desconocimiento, indisciplinas, irresponsabilidad, falta de organización, supervisión y control, los que propiciaron la ocurrencia de varios hechos delictivos que fueron analizados con profundidad.
Según el informe sometido a discusión, en lo que va de año en unidades con características especiales han sido objeto de posibles hechos cinco centros; que fueron oportunamente denunciados, aplicándose las medidas correspondientes a los trabajadores implicados.
Entre estos centros está Caballo Blanco, donde se sustrajeron insumos de cocina donados por el gobierno Chino para el programa del Sistema de Atención a la Familia (SAF). De acuerdo con el criterio policial y las pruebas obtenidas, se llegó a la conclusión de que en varias ocasiones el custodio abandonaba su puesto de trabajo para comprar café y cigarros, aplicándosele la medida de Separación Definitiva del centro.
De igual forma, en El Resplandor se produjo un robo en el que sustrajeron: botellas de malta y de cerveza Hatuey, cerveza Mayabe, toneles de cerveza, refrescos de sobrecitos, pomos de refresco Cola, ron Hatuey, paquetes de galletas, botellas de aderezos, cilindro de gas licuado con su manguera y regulador. En la investigación se conoció que el custodio abandonó el inmueble -desconociéndose su paradero hasta ahora-, y no se evidenciaron señales de violencia. En este caso se le aplicó como medida la Separación Definitiva del puesto de trabajo, notificada en su domicilio a un familiar mayor de edad, tal y como lo establece la Ley laboral vigente.
También, en el Faro 26 de Julio fueron sisadas: dos cocinas infrarrojo, una pesa digital de 15 kilogramos y dos pomos de ron de cinco litros cada uno.
Demostrándose que no existía indicios de violencia ni tampoco alguna puerta forzada que posibilitara la entrada por una vía diferente a la de acceso normal; por lo que el órgano competente concluyó que el custodio abandonó intencionalmente el local, modo operandi para llevar a efecto el robo de bienes, los que presumiblemente fueron sacados por la puerta principal que da acceso a la Unidad. Como en los casos anteriores fue separado definitivamente de la entidad.
Asimismo, en la Cremería San Pedrito -encontrándose el custodio en su puesto de trabajo-, elementos inescrupulosos penetraron al interior del inmueble, violentaron la puerta principal de la cafetería H-2 y afanaron 127.04 kilogramos de pollo destinado al SAF; todo ocurrió en presencia del trabajador, el que fue amenazado de muerte y no pudo impedir la perpetración del hecho delictivo; por tal motivo se le aplicó una Amonestación Pública y la correspondiente responsabilidad material.
En la Unidad Empresarial de Base Aseguramiento Santiago se produjo el hurto de dos tanques plásticos, hecho que no fue denunciado por no visibilizar a los autores; resultando responsables los serenos. Se comprobó que aunque estaban ubicados en el perímetro de su guardia, ellos no recibieron los depósitos, por lo que se les aplicó la medida de Cambio de Puesto de Trabajo, con la correspondiente responsabilidad material.
El encuentro fue oportuno para que directores y administradores de las diferentes unidades, al conocer de los hechos delictivos, reseñaron las causas y condiciones que provocan la ocurrencia de estos en el ámbito empresarial y en las Unidades de Base, entre estas: incumplimiento de las normativas que rigen el Sistema de Control Interno, inobservancia de los requisitos de promoción y permanencia de los trabajadores a ocupar cargos en las entidades, violación de las normas establecidas por el Ministerio del Interior para el personal que ocupa plazas de custodios.
Otras versan sobre la ineficaz elaboración de los planes de prevención y control, así como su desconocimiento; la falta de documentación y aprobación de los planes de prevención y riesgo, la no existencia de los Comité de Prevención y Control, ausencia del libro de guardia, expedientes de control que no se habilitan de conformidad con la Ley 158 de 2022, y casos en los que no se reúne el Comité de Control Interno, entre otros factores...
En tal sentido quedó demostrado que el Plan de Prevención constituye una herramienta de trabajo para garantizar la eficiencia, disciplina laboral, y tributa al cuidado de los bienes y servicios de las entidades para prevenir delitos, ilegalidades y manifestaciones de corrupción.
El Jefe de Seguridad y Protección de la Empresa, sentenció: “Es válido que en este encuentro participen directores de las Unidades Básicas, el consejo de dirección, factores de la comunidad y funcionarios del Minint; el debate sobre los delitos que han ocurrido en este período, y las vulnerabilidades que persisten en el sector, es una alerta que indica cuánto hay que trabajar en función de asegurar las UEB”.
Sin duda en Gaspo urge el análisis profundo sobre las causas y condiciones que dan paso a delinquir; investigar minuciosamente los problemas, las irregularidades que salieron a la luz, debe ser una premisa de trabajo para que no se repitan.
El llamado es a ser más exigentes, erradicar la falta de control, elevar la percepción del riesgo, y exigir más a directivos y trabajadores para que se sientan dueños de los recursos que el Estado ha puesto en sus manos, no para lucrar con estos sino para brindar un servicio de calidad.
En el debate quedó claro que son los cuadros de dirección, los administrativos, los máximos responsables de lo que sucede en las instalaciones, amén de que exista un personal que su función es la de proteger y cuidar los centros.
Entre las intervenciones, fueron varias las interrogantes: ¿Se realiza con la responsabilidad que lleva la guardia y recorrido del Consejo de Dirección por sus unidades, para comprobar qué está sucediendo?
Tras la ocurrencia del hecho delictivo se sanciona al custodio, pero ¿qué le sucede al administrativo, cuál es la medida disciplinaria que se le aplica?, porque también es responsable si se violan protocolos de dirección establecidos.
¿Qué está faltando?
No es secreto que casi nadie quiere ser custodio, realidad que golpea mucho esta actividad, que precisa de personas honradas, con conductas sociales y morales acorde con la función que desempeñan. Entonces hay que incentivarlos, que se sientan atendidos y reconocidos, sin perder de vista el rigor de su responsabilidad.
Combatividad, compromiso, sentido de pertenencia deben caracterizar a nuestros custodios, a directivos y a todo el personal que labore en estas unidades de la Gastronomía; es un sector muy sensible porque se trata de la alimentación del pueblo, y en tiempos de crisis manejar de forma correcta estos recursos es indispensable, para evitar desvíos, apropiación indebida, acaparamiento y enriquecimiento ilícito, males que persisten.
“Los momentos actuales exigen disciplina, tenemos que aterrizar, porque lo que se pierde le cuesta a la Empresa y al Estado, y es menos comida para la población. Nos toca a todos ser más responsables en la tarea que nos corresponde a cada uno en nuestro puesto de labor o radio de acción”, afirmó otro de los participantes.
Desde el Ministerio del Interior el mensaje también fue claro: “Es verdad que se denuncian los hechos y se aplican las medidas correspondientes, que en la mayoría de los casos es la Separación de los custodios, pero la responsabilidad penal dónde quedó, no se hizo la denuncia del trabajador y los daños provocados quedan impunes, nadie los paga.
“Cada trabajador debe concientizar su función y responsabilidad, no puede ser que lo que sea de todos no sea de nadie. “Hacemos extensiva otra alerta a los trabajadores del sector gastronómico: es vital cuidar celosamente los recursos destinados al SAF y a los vulnerables. Ojo con estos productos y su control para que lleguen al destino final; porque si en medio de tantas limitaciones el Estado cubano garantiza atención diferenciada a ese grupo poblacional, por ende, con estos recursos no se juega, y su protección debe ser extrema”.
En tal sentido, el representante de la DIS, señaló: “Por lo que se aprecia no se hace hincapié en el control interno ni en la documentación de los productos que se trasladan de un lugar a otro; el engaño al consumidor en el Código Penal es un delito y quien lo cometa puede ser multado y sancionado de seis meses a tres años de privación de libertad.
“Las ilegalidades están presente en algunas entidades, hay trabajadores que venden pintura de uñas, zapatos, ropa y una serie de productos no autorizados, que son introducidos en los centros y se comercializan de manera ilegal. Igualmente hemos detectado violaciones de precios y se le notifica al que lo comete y al administrativo también.
“Esos comisores de ilegalidades son multados y si no la pagan, a la tercera visita se le conforma un expediente y se envía al Tribunal; en la Oficina de Multas por oficio se acusa y es procesado penalmente”.
Freya Elías Caraballo, viceintendente del Gobierno municipal señaló que se viven momentos muy difíciles y los administradores tienen que ser responsables y proteger los bienes del Estado que fueron puestos en sus manos para el pueblo.
Indicó dar seguimiento a los centros donde se cometieron delitos. Es preocupante que de estos casos, uno fuera a consecuencias de un hecho vandálico y el otro por amenaza con arma blanca; el resto sucedió en contubernio con los malhechores.
De igual forma, alertó sobre desorganización en algunas unidades, el porte y aspecto de sus trabajadores y otros problemas visibles que laceran el Sector.
El director de la Empresa, José Ramón Alba Bell, en su intervención resumió los planteamientos, dio a conocer acuerdos y proyecciones de trabajo, para ir limando las situaciones que están afectando la economía de la Empresa y que empañan los servicios gastronómicos en Santiago de Cuba.
En tal sentido se acordó elevar la capacitación de los colectivos en tema del control interno; verificar la creación de los Comité de Prevención y Control, establecer mecanismos de revisión periódica de los planes de prevención de las UEB, chequear la discusión de estos en reuniones del Comité de Control Interno, y establecer convenios de trabajo con el Ministerio del Interior en lugares que lo requieran, así como solicitarles avalen el personal para ocupar plazas.
En esta Plenaria del delito quedó demostrado que si se cumple con lo establecido será muy difícil que se produzcan fisuras e ilegalidades, las que conllevan no solo a pérdidas económicas y materiales, también denigran la imagen de nuestra gastronomía y echan por tierra la labor de tantos hombres y mujeres que engrandecen el Sector .