La estrategia productiva incluye un plan estimado de 363 423 latas de la variedad arábica y 751 900 de robusta. “Hasta la fecha tenemos un cumplimiento de un 43%, con un promedio de 157 400 latas arábicas”, precisó el directivo. El total de la cosecha promedia 1 115 000 latas entre ambas variedades.
“El éxodo masivo de las zonas montañosas ha impactado la disponibilidad de personal”, reconoció Pérez Caballero. Para enfrentar esta situación, se activaron movilizaciones de diversos sindicatos y comunidades aledañas, trasladando el sector de la Agricultura más de 300 personas en días alternos, seguido por otros órganos de la provincia.
Desde la preparación de la zafra, se aseguró el encadenamiento con los factores económicos. Cada Empresa Cafetalera dispuso de efectivo para el pago oportuno a recolectores en cabeza de campo, garantizando estabilidad y continuidad en el proceso productivo durante toda la cosecha.
Durante el periodo de intensas lluvias, la activación del puesto de mando permitió monitorear las afectaciones por la caída del cerezo. Al culminar las precipitaciones, se ejecutó un plan estratégico con recorridos, evaluación y rápida actuación para minimizar las pérdidas.
“Movilizamos en tres días alrededor de 1000 trabajadores para el control de la maduración y la recogida del grano caído”, destacó el ingeniero, el cual subrayó que cada acción contó con el acompañamiento del Consejo de Dirección, autoridades del Partido y el Gobierno, y los campesinos.
Las empresas con mayor aporte en arábica son Songo La Maya, Segundo Frente y Tercer Frente. En la variedad robusta, los mayores volúmenes provienen también de Tercer Frente, además de Palma Soriano y Contramaestre, territorios que muestran resultados destacados en la producción.
El ingeniero Pérez Caballero aseguró que “están garantizados los recursos e insumos básicos y necesarios para la cosecha”, incluyendo sacos, herramientas de corte, herraje para mulos y piezas de la industria, lo que consolida las bases para el cumplimiento de los planes productivos.