El M. Sc. Arq. Omar López, Conservador de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba expresó sus consideraciones a días de celebrarse el Encuentro. "Sin duda, la mejor cosa que podemos hacer es impulsar un evento que une a toda Latinoamérica e Iberoamérica, teniendo como sede principal el Hotel Santiago.
"Permítanme hablarles un poco de la propuesta del programa general y explicar también por qué es de vital importancia para Santiago de Cuba un evento de esta naturaleza. Como ustedes conocen, hace 30 años la Oficina del Conservador de la Ciudad viene trabajando en la puesta en valor del Cementerio Patrimonial de Santiago de Cuba. Esto, que se dice rápidamente, representa una labor titánica. Un cementerio tradicional, esa otra ciudad, la Ciudad de los Muertos a la que estamos acostumbrados, tiene como función primaria la inhumación y las exhumaciones. Sin embargo, la diferencia con un cementerio patrimonial radica en que este se viste de otra manera, con una serie de nuevas funciones que le permiten mostrarse al mundo como un lugar trascendente, parte de la identidad de los pueblos, que lleva con orgullo el apellido de patrimonial.
"Nuestro cementerio es un ejemplo a nivel de país y de Latinoamérica de lo que se hace en términos de puesta en valor, es decir, de valoración y gestión. La gestión es todo lo que haces para tener un cementerio en las condiciones que debe estar; la valoración es la puesta en valor mediante acciones concretas. Gracias a este trabajo, el cementerio va alcanzando categorías que permiten que las personas ya no solo vayan a acompañar a seres queridos fallecidos, sino que lo visiten como arquitectos, como un museo a cielo abierto, o como un sitio de la memoria. Se convierte en un lugar atractivo, con mucho que decir, redescubierto en los valores patrimoniales que atesora.
"¿Se logra esto fácilmente? No. Lleva marcado en el rostro y en las manos del equipo todo el trabajo realizado. Nuestro cementerio tiene un inventario detallado de su patrimonio escultórico y de las personalidades que descansan allí. Cuenta con rutas de interpretación, incluyendo un sendero patriótico que recorre a las figuras más importantes de la historia nacional, y posee un centro de interpretación. Estas cualidades singulares servirán como marco referencial para este Encuentro".
Respecto al programa, las actividades comenzarán en la noche del día 19 con una actividad de bienvenida que incluirá la cultura del Ron, Patrimonio de la Humanidad, con la declamación del poema "Yo soy el Ron" y el brindis de recibimiento. El día 20 por la mañana, los participantes se trasladarán al Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia para una visita detallada, donde recorrerán tumbas notables y el Panteón de los Héroes.
Posteriormente, en el Hotel Santiago, se desarrollará la inauguración oficial, donde el Conservador hablará sobre la experiencia santiaguera en la valoración patrimonial.
Por la tarde, en el Espacio Santo, se inaugurará la exposición fotográfica "Retablo de los Ángeles". La jornada continuará con una visita a la Catedral, al Museo de Ambiente Histórico Cubano y una singular parada funeraria.
Una de las actividades más emblemáticas, "El Cementerio de Noche", se desarrollará con una musicalización magnífica, en el marco del centenario del compositor Sindo Garay. Los días subsiguientes incluirán visitas a los almacenes de conservación, un recorrido por el Centro Histórico Urbano declarado Patrimonio de la Humanidad.
El foro contará con la presentación de más de 50 ponencias. Cuba atesora varios camposantos declarados patrimoniales, cómo el Cementerio de Colón y el Chino en La Habana. A ellos se suman dos significativos en la ciudad de Cienfuegos y el emblemático cementerio de Santiago de Cuba, todos ellos guardianes de importantes legados arquitectónicos y culturales.
Este encuentro es impulsado por la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, una organización que desde su creación en el año 2000 ha trabajado incansablemente por dignificar y proteger estos espacios de memoria colectiva, reconociéndolos no solo como lugares de duelo, sino como fundamentales testimonios de la identidad cultural de Iberoamérica.