Todos sabemos que los trabajadores del ramo han cargado sobre sus hombros las carencias de la base material de estudio, la logística para la alimentación en los centros internos y seminternos, buscando alternativas para paliar la situación.
Con la guía del Partido y el Gobierno, y la ayuda y cooperación de diversas entidades, a las que se han sumado los TCP, Mipymes y la familia, se ha asegurado la continuidad de estudios del tesoro más preciado de la Patria, los niños y los jóvenes.
No es demagogia, cuando afirmamos que en Cuba, sin importar credo ni raza tienen derecho a instruirse, ahí están los resultados palpables: cada nuevo curso escolar se reparan escuelas, se garantizan las condiciones mínimas indispensables para el desarrollo del proceso docente-educativo.
Se abren casitas infantiles para el beneficio de las madres trabajadoras, se arreglan libros y cuadernos de trabajo… Es cierto que con el recrudecimiento del criminal bloqueo impuesto por el gobierno imperialista, se ha visto afectada la entrega del material escolar y la vitualla para los centros internos.
También, es innegable que en ocasiones los libros de texto escasean y deben compartirse entre compañeros, que no todos los niños tienen las mismas posibilidades de tenerlos completos; la alimentación no es a la que se aspira.
Muchos no pudieron lucir el primer día de clases su uniforme porque los tejidos no llegaron a tiempo, debido a su importación, esas son las consecuencias del bloqueo, y todavía hay quienes afirman que no existe.
A su vez, es incuestionable que contra viento y marea, cada septiembre, cuando el almanaque marca su primera jornada y recibe el año lectivo, nunca se ha cerrado una escuela ni ha quedado un niño sin la posibilidad de estudiar ni tampoco un centro educacional sin maestros.
Cada día los educandos adquieren un caudal de conocimientos, se les abren nuevos horizontes, desde los primeros niveles se enseñan materias como computación, inglés, se habla de inteligencia artificial…. lo que demuestra que nuestra Educación no está estancada ni ha perdido calidad, cada día son más los premios internacionales en las diferentes enseñanzas.
Ahí están los profesionales que salen de las aulas universitarias; alcanzan nuevas categorías docentes; igual sucede con los graduados de la Enseñanza Técnica Profesional que muestran su preparación en diferentes países del área, y son considerados como graduados de la Enseñanza Superior, aún sin serlo, por su experticia.
Entonces, a nuestros odiadores que tratan de denigrar a la Revolución y sus conquistas, les decimos que los cubanos demostramos nuestras potencialidades con hechos tangibles y no con palabras.
Solo les recuerdo la pandemia que provocó la muerte a cientos de cubanos, fue el momento en que nuestros científicos y epidemiólogos se dieron a la tarea de buscar una vacuna para contener la epidemia porque como afirmó el Presidente Díaz-Canel, nadie nos iba a ayudar, y lo lograron con ingenio, voluntad y compromiso para que no siguieran muriendo sus hermanos.
Pregunto: ¿de dónde son esos profesionales? De Cuba. ¿Dónde estudiaron?, en Cuba; salieron de las aulas del Sistema de Educación Nacional; esos son los resultados de la enseñanza nuestra que sigue consolidando el compromiso que asumimos todos cuando Fidel declaró al país territorio libre de analfabetismo.