Aún en la Cuba de 2025, aguijoneada por la crisis económica, son la prioridad que se defiende como la luz en medio del vendaval, y cualquier sacrificio es poco en aras de verlos corretear, jugar en parques y plazas; desandar seguros, mochila al hombro, rumbo a la escuela; saborear un helado, desatar la imaginación desde un dibujo: gozar la dicha de ser niños en un pueblo para el que son el futuro.
Curiosos, inquietos, ruidosos, incansables; cada amanecer lleva para ellos el candor del descubrimiento, la ternura de encontrar los sueños en un cuento; el reto de sentirse los héroes de su animado favorito o del último videojuego que lograron vencer.
En su sonrisa de niños se asoma la esperanza; por eso verlos empinarse plenos y confiados es empeño que junta lo mismo a las familias: padres, madres y abuelos que se transforman en magos para que no falte el postre favorito, la historia del pasado, la selfie de un día de paseo; que al Estado, para quien sus derechos son Ley y es voluntad alta asegurar su protección, garantizar su desarrollo integral y el despliegue de sus capacidades; educarlos con amor y lejos de cualquier manifestación de violencia.
Cuando se trata de nuestras infancias todo importa, lo mismo una vacuna, que el placer de mecerse en un carrusel, bailar al ritmo de la música de moda, que probarse en una competencia deportiva.
Por eso este domingo, en que celebramos el Día de los Niños, aquella fiesta que instituyó Fidel cada tercer domingo del séptimo mes del año para agasajar al relevo, se hará otra vez el convite en grande y la alegría se elevará entre música, papalotes y golosinas en las principales plazas, arterias e instituciones.
En la cabecera provincial, se han anunciado presentaciones teatrales como la de la obra Ni canta ni come fruta, del Proyecto Campanadas, en el Palacio Provincial de Pioneros; las cantorías infantiles y el coro Orfeón infantil tomarán en la mañana la Sala Dolores y las inmediaciones de la Plaza de la Revolución, La Alameda, la Plaza de Marte, la avenida Garzón, se llenarán de ritmos, juegos, colores y diversión para los pequeños, con la presentación de proyectos artísticos, payasos y variadas iniciativas.
En un Parque de los Sueños, recién remozado y con todas sus áreas y aparatos dispuestos para el disfrute, se ha previsto la presentación del espectáculo Variedad de Variedades, de la compañía Variedades Santiago; los Joven Club desplegarán todas las potencialidades de sus instalaciones y paseos y comparsas del Carnaval Infantil tomarán el parque.
Iniciativas diversas llegarán a barrios, comunidades y plazas de todos los municipios, y la tarde noche dará la bienvenida al Carnaval Infantil Santiago 2025, preámbulo del Rumbón Mayor donde la tradición mostrará la lozanía del relevo también como regalo a los 510 años de la fundación de la Villa santiaguera.
Este 20 de julio, con el rostro poblado de colores y la mejor de sus sonrisas, a lo largo de la geografía santiaguera, como en toda Cuba, se esparcirá la alegría, porque es Día de los Niños y está de fiesta el futuro.