“Empecé a estudiar en la escuela politécnica Álvaro Barriel del Nuevo Vista Alegre, allí me gradué de Técnica en Construcción Civil, que al principio no me gustaba mucho la carrera porque la veía como un perfil masculino, pero al final me gustó, incluso fui dirigente estudiantil hasta el nivel de Presidenta de la Federación de Estudiantes de Enseñanza Media, en el Distrito José Martí.
“Cuando me gradué empezaban a surgir los Programas de la Revolución que le daban oportunidades a las nuevas generaciones y me dirigí a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en la provincia, e inicié en los Videoclubes Juveniles lo que me llevó a salas de video de Micro 9, 30 de Noviembre y Abel Santamaría…
La maternidad y el desarrollo profesional llegaron de las manos
“Cuando habían transcurrido algunos años decido ser mamá, y luego de mi licencia de maternidad y por mis resultados de trabajo, me ubicaron en la dirección de los Videoclubes Juveniles que radicaban ahí en la sede la UJC provincial, donde me dieron la posibilidad de estudiar lo que realmente me gustaba, me apasionaba, que es el mundo de la Economía y la Contabilidad.
“Entonces ¡empecé la universidad! Fue un reto muy fuerte porque era de noche el curso para trabajadores siendo madre, lo que fue un sacrificio grande, todo un reto porque tuve que atender a la beba, trabajar y estudiar; en ese contexto recibí el beneficio de un circulo infantil como madre trabajadora, pero nada me impidió continuar con mis resultados laborales.
Más cambios fecundos a la vista de Minerva
“Durante ese período me dieron una oferta de trabajo en la Agricultura y me gustó porque era otro tipo de Economía, es decir la Contabilidad de Costos que me ampliaba muchos campos en la universidad, permitía enriquecer mi conocimiento e iba a poner en práctica lo que estaba estudiando, así que hice el cambio para la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Roberto Alegres, que fue una escuela.
“Finalmente me gradué de Licenciada en Contabilidad y Finanzas, algo que se lo agradezco tanto al equipo de trabajo de la UJC y al de la Agricultura; luego del transcurso de los años empecé a trabajar en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), donde me desempeño hoy y donde me siento cómoda y acompañada por un excelente equipo de trabajo”.
Esta santiaguera afirma que NO tuvo dificultades para cumplir sus sueños por ser mujer.
“El único problema que yo enfrenté a lo largo de mi vida, estudiantil y de trabajo, fue con el tema de la distancia y el sacrificio que implicaba para una mujer, vivir tan distante de donde trabaja y estudia, pero todo el personal que me acompañó y los directivos, siempre me acogieron y me apoyaron en todo para que yo pudiera lograr mi sueño, que era graduarme en la universidad y ser una buena profesional.
“Yo pienso que la mujer hoy ha ganado mucho espacio, tenemos una voz, logramos todo lo que nos proponemos y yo, literalmente me siento realizada, que sí existe el empoderamiento femenino en Cuba, es lo que he vivido en 26 años de trabajo”.
Minerva Vinals Sierra, termino la entrevista interactuando sin dificultad alguna con la grabadora y la cámara del celular del periodista, la confianza que sintió al hablar de su trayectoria como estudiante, trabajadora y mujer cubana, le dio firmeza y seguridad en sus palabras, ella es una de tantas muestras con nombre de diosa, de que las cubanas tienen un lugar ganado en la sociedad.
