Esta vez la conmemoración coincidirá con la celebración en su territorio del acto provincial de Santiago de Cuba por el Aniversario 65 del triunfo de la Revolución Cubana.
Al romper el alba pioneros destacados rememoraran el asalto al Hotel Palma, último reducto de las fuerzas de la tiranía batistiana, y combatientes de la Revolución depositaran flores en honor a sus compañeros caídos en la toma de la también conocida como Ciudad del Cauto, la que según palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz, tuvo un simbolismo especial:
“El simbolismo además, a las puertas de la capital oriental que tuvo la toma de Palma, fue que aquí bajo la dirección del Comandante en Jefe, por primera vez en una acción conjunta, participaron las tropas del Primero, el Segundo y el Tercer Frente”.
Jornadas productivas, gala cultural, inauguración de obras económicas y sociales, así como
reconocimientos del Partido y el Gobierno a organismos, instituciones y empresas destacadas en el año que va concluyendo, han formado parte del conjunto de actividades para la celebración, comentó a Radio Rebelde la Primera Secretaria del Comité
Municipal del Partido en Palma Soriano, Annia Poblador Sequera. Para la toma de Palma se puso a prueba el coraje rebelde, ya que el enemigo ocupaba seis posiciones en la ciudad las cuales debían ser rodeadas y neutralizadas. Estas eran el aeropuerto, el central Palma, la estación de policía, el hotel, el cuartel y los almacenes del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (Banfaic).
El apoyo incondicional del pueblo palmero desempeñó un papel primordial en el desarrollo de las acciones combativas, pues, incluso, en las azoteas de sus viviendas se ubicaron los combatientes revolucionarios para hostigar las distintas posiciones enemigas.
En total se capturaron 256 prisioneros, y se ocuparon 357 armas, de las cuales 227 eran fusiles Springfield, 66 ametralladoras, 21 carabinas M-1, 19 Garands, dos fusiles ametralladoras Browning, un fusil ametralladora Johnson, una ametralladora FAL, una ametralladora Jane, cuatro ametralladoras calibre 30, una ametralladora calibre 50, una bazuca 3.5 y 85 mil balas de diferentes calibres, cientos de cananas, mochilas
más otros pertrechos.
A partir de Palma Soriano, liberada definitivamente el 27 de diciembre de 1958, quedaron listas las condiciones político-militares para marchar sobre Santiago de Cuba.