No es fácil, pero desde su inauguración por la década del 80, se ha logrado por tiempos, sostener las 22 hectáreas que constituyen unidades productivas con las que cuenta este espacio que por demás dadas sus características sujeto a un sistema de cultivo ecológico urbano, con paredes bajas de hormigón rellenadas de materia orgánica y tierra, con surcos para riego por goteo situados sobre los productos en crecimiento, está obligado a que se le mantenga un buen sustrato, base que se arrastra y se va perdiendo cuando las lluvias son continuadas y sobre todo intensas como las de estos días del mes de abril.
Mucho más de 100 trabajadores precisa este lugar que ya como Unidad Empresarial de Base, necesita de una cuenta única que, menos mal ya por estos días se va gestionando, para poder cumplir su cometido de estímulo a quienes lleguen a este apartado espacio a laborar 8 horas, sembrando unos, en la recogida otros, todo a pleno sol e incluso en momentos de aguas intensas buscando, en lo posible, salvar cosechas.
Distante apenas a tres kilómetros de la populosa ciudad de Santiago de Cuba, el organopónico “La República”, llegó hoy más que nunca para quedarse sobre todo porque apoya los 35 que hoy tiene Santiago de Cuba diseminados por distintos Consejos Populares y que espera elevar en cifra para alcanzar los 50, que unos años atrás dejó perder.