María Teresa Vicente, presidenta de la sala de lo Civil, de lo Familiar y de lo Administrativo del Tribunal Provincial Popular, manifestó que en los procesos de familia los jueces tienen amplias potestades y facultades pero deben ejercitarlas de manera ponderada y racional.
"Somos los directores del proceso, encaminados siempre a lograr componer la relación familiar y lograr conversaciones, acuerdos, porque los conflictos que subyacen en estos procesos son reales y para que resuelvan es preciso llegar al fondo", dijo.
Solange Sanz Suárez, presidenta del Tribunal Municipal Popular de Santiago de Cuba, explicó que desde la entrada en vigor del Código de las Familias en el año 2022, la mayor expresión las han tenido las demandas de divorcio, pues ya no solo dirime estrictamente la disolución del vínculo matrimonial sino otras cuestiones novedosas: "La compensación por el trabajo doméstico realizado por alguno de los cónyuges al finalizar el matrimonio, procesos donde se debate quién quedará con el cuidado de los animales afectivos y de compañía, se mantienen las esencias como fijar la pensión alimenticia cuando hay personas en minoría de edad procreadas dentro del matrimonio, además de la guarda, cuidado y régimen de comunicación también de estos menores", relacionó Sanz Suárez.
El régimen de alimentos, fijar la pensión alimenticia a favor de los niños, niñas y adolescentes también implican gran conflictividad y debate en la sede judicial santiaguera, así como el reconocimiento de unión de hecho afectiva con los matices propios que introdujo la norma familiar.
El sistema de tribunales, comentó la especialista, tiene una labor rectora y de peso, porque se toman decisiones que trascienden los derechos y las garantías de las personas y no podemos trabajar aislados. Los jueces realizamos un trabajo indagatorio para lograr conseguir esa justicia que resuelva cada uno de los casos en materia familiar y debemos coexistir con el fiscal, el cual interviene sobre todo donde hay menores de edad.
"Actuamos también con los abogados, que son representantes legales de las partes, y en alguna medida iremos acercándonos más con la defensoría familiar, una institución novedosa dentro del entorno judicial cubano y evidentemente ha implicado espacios de interacción, de colegiación, de aprendizaje, de intercambio mutuo, que tributan a la mayor calidad de la impartición, y sobre todo que hay mayor garantía y satisfacción de los derechos de las partes en los procesos judiciales", significó.
Este es el primero de los tres talleres regionales que se realizarán en el país en el marco del Día del Trabajador Jurídico: encuentros de trabajo para intercambiar experiencias sobre los procesos judiciales vinculados al derecho de las familias y para evaluar lo que se ha hecho luego de la aprobación y puesta en vigor del Código de las familias.