Especiales
Mis niñas construyen su propio Fidel con las lecturas de los libros escolares, las anécdotas que les contamos en casa y lo que ven en la televisión.
La vista está fija en el mar. Sus ojos apenas parpadean. Mientras trabaja sabe que no hay cabida al descuido y rastrea con la mirada cada movimiento en el agua, cada niño atrevido y adulto aventurero. Sabe que ante un imprevisto su actuar rápido podrá salvar la vida de la o las personas. La seguridad en los balnearios está en sus manos.
Fidel nunca creyó vivir tanto, lo dijo públicamente en el VI Congreso del Partido en abril de 2016. En el cónclave afirmó "pronto seré como los demás", pero en cierto modo se equivocó porque nuestro Comandante en Jefe no fue, ni será como los demás.
Los pasillos del poligráfico Santiago extrañarán sus pasos finos, su voz de mando alta, pero delicada, su dulzura de fémina y su inteligencia en los cálculos, aunque su nombre quedará por muchos años en esta instalación que “robó” parte de la vida de Damaris Cardona Garbey.
“En una sola cosa somos iguales al 26 de julio de 1953: la misma fe en los destinos de la Patria, la misma confianza en las virtudes de nuestro pueblo, la misma seguridad en la victoria, la misma capacidad de soñar con todo aquello que serán realidades de mañana por encima de los sueños ya realizados de ayer”.
A mediados del siglo XIX, la ciudad de Santiago de Cuba, como capital del Departamento Oriental, demandaba de una nueva instalación militar que respondiera a los requerimientos técnicos de la época. El 1ro de octubre de 1859, se autoriza la construcción del “Campo Militar de la Reina.
El Complejo Histórico II Frente Oriental Frank País de Santiago de Cuba, arriba este 25 de julio a cinco décadas de inaugurado -en 1973-, y como saludo a la fecha se tienen concebidas distintas actividades.
Es conocido que cuando Fidel planificó el ataque a la segunda fortaleza militar del país, su idea era levantar y armar a los santiagueros, en su defecto marchar a la Sierra Maestra para hacer la guerra de guerrilla, intensión que finalmente puso en práctica y condujo a los rebeldes a entrar victoriosos en Santiago de Cuba.
Un niño devino protagonista de una de las más memorables páginas de heroísmo acontecidas en Santiago de Cuba: el refugio brindado por familias santiagueras a muchos de los sobrevivientes del asalto al Moncada. 70 años después Chilín evoca los detalles.
Que a Mariana Grajales Cuello se le haya nombrado “Madre de la Patria” no es un capricho de nadie o una idea salida de las emociones que genera el estudio de la historia de Cuba, ella hizo los méritos necesarios para ser recordada como paradigma de madre cubana, con acciones y frutos que a 208 años de su natalicio, aún son un sueño para muchas mujeres de estos tiempos.