La jornada, que incluyó una expo-feria de comestibles, devino espacio para la socialización del conocimiento científico y las buenas prácticas de producción, almacenamiento, comercialización y preparación de productos para la nutrición humana. Las presentaciones versaron sobre protocolos para el manejo adecuado de los alimentos, a fin de mantenerlos lejos de todo tipo de contaminación.
En este sentido, varios expertos abordaron cómo se cumple la Política para la inocuidad de los Alimentos en Santiago de Cuba, vigente en el país desde 2017, y garante de un derecho ciudadano previsto por la Constitución de la República y por la Ley de Soberanía Alimentaría y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
En su exposición sobre el tema, Damaris Palacios Tellez, especialista del departamento provincial de Promoción para la Salud, explicó que la inocuidad de los alimentos es la ausencia de contaminación en estos y que para lograrla existe un sistema de vigilancia que funciona sobre los procesos de producción, traslado, conservación, elaboración y consumo, a través del cual se exige la observancia de lo establecido para garantizar la nutrición saludable de la población.
Destacó, además, la minuciosidad en el seguimiento a todas las notificaciones de enfermedades causadas por comestibles en el país; y la importancia de la inspección estatal como herramienta para hacer cumplir las buenas prácticas que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituyen claves para lograr alimentos inocuos y seguros.
El Día mundial de la Inocuidad de los alimentos es una fecha para divulgar y crear conciencia sobre las cinco reglas de OMS para lograr que los productos comestibles estén libres de contaminantes microbiológicos, químicos y físicos. Se trata de garantizar la limpieza del lugar donde se cocina, los utensilios y el personal que manipula los comestibles; evitar la contaminación cruzada al separar los productos crudos de los cocinados; cocinar completamente para eliminar virus y bacterias; mantener los productos alimenticios a temperaturas que garanticen la adecuada conservación (a más de 60 °C y a -5 °C); y utilizar agua y materias primas seguras.
Más de 200 enfermedades causadas por agentes patógenos o sustancias tóxicas pueden evitarse al garantizar la inocuidad de los alimentos. Comer no solo es saciar el hambre, sino ganar salud y bienestar. Por tanto, consumir productos que además de nutritivos, sean inocuos, previene padecimientos que van desde malestares leves hasta infecciones o intoxicaciones graves, que pueden causar la muerte.
Se estima que en mundo más de 400 000 personas fallecen cada año por patologías de transmisión alimentaria.