Opinión
Este 1 de septiembre fue un día feliz para la familia cubana, en especial para la santiaguera: comenzó el curso escolar 2025-2026; un nuevo periodo en el que, como hace varios años, el Sector enfrenta retos para sostener y continuar con éxito lo que Fidel concibió como un derecho universal, la Educación.
Vivimos en una “aldea global” aunque millones no tengan acceso a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Con el auge de internet y especialmente de las redes sociales, los hechos más disímiles se dan a conocer con inmediatez y, en no pocas ocasiones, sin escrúpulos.
Recuerdo con esa nitidez que da la nostalgia, cómo en mis años de infancia las noches en el barrio tenían un ritmo distinto. Mi papá salía de casa con una taza de café, listo para asumir la guardia cederista. Minutos después, lo acompañaba el vecino de al lado, y luego otro. No se trataba de un simple encuentro entre vecinos; era un compromiso asumido con profunda convicción popular, para custodiar lo que era de todos: desde los cables eléctricos hasta la serenidad de los hogares donde descansaban nuestras familias.
Con independencia de hechos que históricamente han obstaculizado el desarrollo del país -como por ejemplo, el bloqueo de Estados Unidos, desde hace más de 60 años, y la injusta inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente promotores del terrorismo, que ahuyentan a inversores y proveedores internacionales-, las indisciplinas sociales, el delito y la corrupción, también han sido caldo de cultivo.
Una discusión acerca del elevado precio del pan (bola) -similar al de la canasta básica- de 20 pesos, por los vendedores callejeros, cuando este último sólo cuesta 75 centavos, me hizo meditar sobre otros casos como este, que están afectando el bolsillo de la población, y hasta la economía de la isla.
Ayer, mientras me trasladaba a mi casa en un carro que tomé -en Contramaestre- haciendo “botella” -como se dice popularmente-, fui testigo de una escena que debería ser inadmisible en cualquier sociedad, el conductor y varios pasajeros ingerían bebidas alcohólicas sin el menor reparo, como si las carreteras no estuvieran ya teñidas de tragedias.
Mientras el sol se alza sobre Gaza, las cifras de muertos no dejan de crecer. Este domingo, 18 palestinos fueron asesinados por las Fuerzas Armadas israelíes, sumándose a los más de 1.370 fallecidos desde finales de mayo, según datos de la ONU.
El gobierno de Donald Trump enfrenta una nueva ola de protestas masivas en más de 460 ciudades estadounidenses, muestra de que el descontento social no cesa, sino que se organiza y multiplica.
En la finca El Alcázar, ubicada en la comunidad Romana 7, del municipio de Contramaestre, un guardián de cuatro patas vigila el ganado como quien cuida su tesoro más preciado. Hoy, 21 de julio, Día Mundial del Perro, no es simplemente una fecha en el calendario, es la certeza de que estos seres han caminado junto al hombre durante milenios, no como simples mascotas, sino como compañeros de vida, protectores y, en muchos casos, salvadores.
El verano es sinónimo de diversión, playas y días largos al aire libre. Trae consigo un ritmo distinto: calles más animadas, ríos abarrotados y un sol que invita a disfrutar. Sin embargo, esta temporada también exige redoblar la vigilancia, especialmente cuando se trata de la seguridad de los más pequeños de casa.